El cine ha sido concebido por años como fuente de entretenimiento, si embargo, hay personas que encuentran en el cine un lugar donde pueden plasmar sus experiencias y su pensar sobre las situaciones que acontecen a nivel mundial. El cine más allá de ser medio de entretenimiento, puede ser un medio de denuncia social. Ningún arte como el cine resulta perfecto para denunciar las injusticias sociales.

En el transcurso de la historia del cine surgieron movimientos que dejaron testamentos sobre las atrocidades de la cual fueron testigos. Estos movimientos no pretendieron solo ser denunciantes de las problemáticas de su realidad social, también se propusieron alejarse de toda ortodoxia. Uno de estos movimientos fue la Cinema Novo. Al cual pertenece el filme que me voy referir. Movimiento que tomó como influencia al Neorrealismo Italiano y a la Nueva Ola Francesa.

Dios y el Diablo en la tierra el sol está dirigido por el máximo exponente del Cinema Novo: Glauber Rocha. Filme donde vemos la tradición brasileña conjugada con denuncia social. Este filme muestra la marginalidad y pobreza sufrida por la población brasileña quienes encontraron en la religión su única esperanza. Rocha arremete contra la clases políticas y religiosas y como estas confabularon para mantener a la población alineada. Rocha nos deja un alegato profundamente humanista, directo y sin artificios. Se da un gran manejo del lenguaje cinematográfico para conducir al espectador por esa tierra de nadie, donde lo único que prevalece es la búsqueda de la venganza y la justicia. La forma puesta al servicio de la historia. Destaco sobre todo el uso del montaje, con claras influencias del cine de Eisenstein. Obra poderosa de un director quien se debe reivindicar.