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Voto de La niña Wilson:
7
Bélico. Drama Autobiografía del marine SEAL Chris Kyle, un tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Kyle fue enviado a Irak con la misión de proteger a sus compañeros. Su puntería y precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla, por lo que se ganó el apodo de “Leyenda”, pero la noticia de sus hazañas llegó hasta las filas enemigas. Se puso precio a su cabeza y se convirtió en ... [+]
22 de agosto de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un francotirador tiene la obligación de matar para salvar a los suyos, sea quien sea al que apunte por su diminuta mirilla. Es el dios de la escena, el amo y señor de la caza. Me quedo sin palabras ante la terrible recepción de la última película de Clint Eastwood El francotirador (American Sniper, 2014). Un patriota americano que después de alistarse en los SEAL (bajo un entrenamiento agresivo y destructivo) marcha a Irak para matar a los enemigos de EEUU.

El francotirador (2014) es de las mejores películas actuales de Clint Eastwood, que después de sus obras amenospreciadas Más allá de la vida (2010), J. Edgard (2011) o la desapercibida Jersey Boys (2014) y de haber llegado a sus cotas más altas en Sin perdón (1992), Un mundo perfecto (1993) o la genialidad de Millon Dollar Baby (2004), está siendo injustamente tachado de “fascista” por mostrar sin tapujos el punto de vista de un patriota americano en la guerra de Irak.

En El francotirador (2014) Eastwood nos muestra con maestría las firmemente asentadas convicciones morales de su protagonista principal Chris Kyle, el cual para nada es el héroe que muchos se han forzado a ver. Si el concepto de héroe norteamericano que tenemos en mente es el un hombre profundamente desequilibrado que mata a mujeres y niños, con la idea de defender su patria pululando por su mente, que se cree, sin pararse a reflexionar un momento, un perro pastor con el claro deber de defender a los suyos (aunque nunca esté con ellos en los momentos más importantes, que emborracha a su mujer para llevársela a la cama el primer día que la conoce y que termina excluido de la sociedad que lo ha utilizado como objeto para conseguir la victoria... Si ese es el concepto de héroe que manejamos, debemos revisar más a menudo el diccionario.
En El francotirador lo que realmente se dice es que Chris Kyle era un héroe porque los que le rodeaban decían de él que lo era.

Algunos críticos estadounidenses como Noah Gittell («The Atlantic») indican que “la película levanta controversia porque revela la cultura de las armas en EEUU y refleja nuestras profundas divisiones sociales al respecto”. El protagonista tiene una obsesión desde casi su nacimiento por las armas. Las convicciones por las que lucha y mata son tres: Dios, patria y familia. Desde bien pequeño, su padre lo ha educado en la violencia, en la dominación del débil a manos del más fuerte. Si prestamos un poco más de atención a lo que se nos presenta veremos a uno de los personajes de película bélica más vacío y solitario de los últimos años, mucho más que el humano sargento William James (Jeremy Renner) de la ganadora del Oscar En tierra hostil (2008). Clint Eastwood no rueda las escenas que Chris Kyle no quiere recordar, tampoco reflexiona sobre la vida de Kyle porque él tampoco desea reflexionar sobre ella. La Biblia, los recuerdos de niñez, sus convicciones y su habilidad para apuntar con un arma es lo único que tiene este héroe vacío para seguir viviendo. No hay que olvidar cómo se vuelve Bradley Cooper a la hora de retratar la escalofriante parsimonia con la que Chris Kyle mata. Durante el transcurso de la película nos topamos ante algunas de las escenas más terroríficas y escalofriantes del cine bélico que hemos tenido la oportunidad de ver en mucho tiempo.

Aunque todas estas escenas siempre se narran desde el punto de vista subjetivo del personaje, esto no quita que también se ruede la violencia de los estadounidenses a la hora de irrumpir en las casas de los irakíes en busca de datos para hallar a los enemigos más fuertes no es para nada una forma de ensalzar a los soldados. Ambos bandos están en guerra y por lo tanto ni uno ni otro reflexionarán a la hora de escoger a una familia como fuente de datos para sus fines, independientemente de las consecuencias.

Si bien el director respeta en todas las escenas la ideología del francotirador (que puede llegar incluso a compartir) quedó bien claro en el magnífico díptico Banderas de nuestros padres (2006) y Cartas desde Iwo Jima (2006) que el director no estaba a favor de la guerra, manifestando su aversión y sus consecuencias desastrosas. Debemos remitirnos a las palabras de Eastwood: “es la declaración más fuerte contra la guerra porque exhibe las consecuencias que tiene para un soldado y su familia [en cuanto al] trastorno postraumático que conlleva”.

La conciencia americana se tambalea ante películas como El francotirador. Interpretaciones que se presentan fáciles para aquellos que no se adentran en su verdadero dilema. La película es todo un juego de espejos contradictorios para los que se detengan a analizar algo que va más allá de su apariencia.

Las grandes películas generan debate: ¿Quedará Chris Kyle en nuestra memoria como un héroe o como un patriota sin escrúpulos?

http://12criticossinpiedad.blogspot.com.es/
La niña Wilson
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