30 de agosto de 2007
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraordinaria, introspectiva y estimulante. Final gratificante un tanto extraño en Bergman pero en cualquier caso película redonda y fascinante. Un poco cutre la parte musical excepción hecha de la melodía que Sarah interpreta en el piano (continuada por un violonchelo, me recuerda a una melodía del microkosmos de Bartok), magnífica fotografía en blanco y negro así como las escenas de la familia que recuperará en Fanny y Alexandre. Como en "El Rostro" elige a un doctor como contrapunto racionalista en un mundo de sentimientos y recuerdos (en este caso) o de magia y sugestión (en el caso de El Rostro). Excelentes los actores, el anciano director Sjöström al que homenajea en algunas escenas de playa y en la expresionista escena del ataud, y la siempre turbadora Thulin. Atención al pequeño papelillo de gasolinero de Max von Sidow. El recurrir a un Road Movie para desarrollar la acción plagada de falsos Flash Backs resulta interesantísimo, también el texto está muy acertado, la versión doblada salvo algunas "idas de pinza" está igualmente muy bien. Indispensable para poder entender todo el cine posterior de Bergman y también el anterior, Fresas Salvajes supone la cumbre de su cine, más lógico en cualquier otro director el haber sido alcanzado hacia el final de su carrera pero la madurez e inteligencia de Bergman nos lo brinda casi al principio. También me gustaría destacar el "homenaje" de Woody Allen en su "Desmontando a Harry" (tal vez deberíamos llamar a este film "Desmontando a Isaak"), planteado desde el respeto y la ironía del neoyorkino hacia el maestro sueco.
Obra Maestra.
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