La película nueva de nuestro agente James Bond 007, resulta decepcionante. En principio se trata de una aventura con un inicio muy ruidoso; pero poco interesante ya que, quienes conocemos el Zócalo de la Ciudad de México, sabemos que un helicóptero no puede andar dando vueltas locamente sin salir de la zona. Por lo tanto, esta escena se ve muy forzada y falsa. Luego viene la canción de un tal sam smith que resulta malísima, sin energía, sin contenido, sin gracia. Luego se desarrolla una historia a tropiezos y sin un ritmo cómodo ni emocionante. Pasado un buen rato parece que la película va a tomar un ritmo decente; pero se cae en una persecución sin imaginación ni creatividad. Con notables fallas, la película va entre caídas y resbalones avanzando con un relato más bien sin gracia pro parte de Sam Mandes (después de Skyfall esto es decepcionante). El trabajo de Daniel Craig ha sido el de un agente regañado desde la primera película en la que interpretó a James Bond. De algún modo se desea hacer creer, desde Casino Royal, que es muy realista dar saltos de 30 metros sin romperse un brazo o una pierna, no sé como puede aspirarse a realismo con ese tipo de premisas. En fin, que las películas del 007 con Daniel Craig parecen más una letanía de castigos y regaños contra James Bond. Comosea la película avanza con cierta calidad por parte de los actores, aunque con mal argumento y mala dirección, incomprensible para un Sam Mendes que sorprendió con Skyfall. la actuación de las chicas Bond fue floja, empezando por la mexicana que solo salió 15 segundos (máximo) y ni fue tocada por Bond. Mónica Bellucci estuvo muy mal desaprovechada. Léa Seydoux fue una chica Bond que quedó corta con la bellísima Diana Rigg que se intentó recrear de manera muy pobre. El final de la película fue malo, insípido, soso. El malo fue muy mal interpretado por un Christoph Waltz sin fuerza ni presencia, cosa que exigía su personaje y nunca tuvo. Esta película resultó una especie de telenovela hecha película con una imitación de James Bond.