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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
9
Comedia. Drama Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
26 de febrero de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
15(27/01/14) El gran Martin Scorsese, a sus juveniles 71 años hace en su film más demencial, apoteósico big bang de excesos desproporcionados en tooodos los sentidos, el McGuffin es el mundo de la bolsa, en realidad pone un espejo en la Naturaleza Humana, vemos a este protagonista, Jordan Belfort (el verdadero hace un cameo entre los brokers enardecidos en el último speech), ser depravado con los perores vicios habidos y por haber, el peor de todos es seguir a su Dios a toda costa, ‘EL DINERO’, aunque tenga que pisotear a incautos, y nos dice <En realidad tu querrías ser como él>, y eso te hace sentir cuando menos incomodo. Y todo esto con un Coloso de protagonista, Leonardo DiCaprio.

Terence Winter (‘Los Soprano’ o ‘Boardwalk Empire’, en esta con Martin también) adapta el libro homónimo de Jordan Belfort basado en sus propias memorias, le da un tono de comedia negra alocada, cercana al estilo de ‘Godfellas’ y ‘Casino’, pero con más humor, un microcosmos poblado de machistas, misóginos, amorales, con una presentación de personaje que rompe la cuarta pared (habla al espectador), y gracias al magistral Rodrigo Prieto congelaciones de imágenes, sugerentes travellings, rápidos movimientos de cámara, ralentizaciones para remarcar un suceso, diferentes puntos de vista de un hecho, tomas amplias (ejemplos las fiestas), potente galería de temas musicales, y ritmo narrativo vertiginoso que hace sus 179 minutos(record de minutaje para el director, supera en un minuto ‘Casino’), se hagan escasos, quieres más. El realizador esta en plenitud de facultades, tras la que fue su primera cinta para todos los públicos en 20 años, ‘Hugo’, da un vuelco y nos ofrece una bacanal romana que ha recortada en una hora para no ser clasificada R (Menores de 17 años requiere de acompañamiento de padres o tutor adulto), surcado de lenguaje soez, detenta el oficioso record de más uso de la palabra ‘fuck’, 569 veces, unas 3’18 por minuto, de discursos electrizantes, de diálogos frescos, de situaciones de gran brillantez, alarde de sueño febril, montaña rusa en la que te montas y no quieres bajarte.

Scorsese (hace un cameo, la voz del primer cliente al que embauca Jordan) no pretende moralizar al espectador, no arremete contra el sistema, no juzga comportamientos, no condena al protagonista, expone con la rotundidad de una bomba atómica que el Capitalismo es una Jungla donde el Gorila más poderoso, el que golpes más fuertes se da en el pecho se lo lleva todo, no es un relato de redención, no hay sentimientos de culpa por el latrocinio, Belfort no posee dimensión trágica, este auge y caída lo convierte en sátira rebosante de cinismo, radiografía lo que en realidad nosotros querríamos ser, nos puede asquear esta manada regida por este macho alfa, pero quien no daría a su madre por tener este tren de vida, que el telón de fondo sea la bolsa es solo el McGuffin arriba referido, prueba de ello es que no se nos cuenta cómo funciona este submundo, Belfort nos dice <Que importa como lo ganábamos, lo que importaba es que éramos asquerosamente ricos!>. Scorsese refleja un mundo que como he leído entronca con lo atávico, los instintos básicos, la ley del más fuerte, el más listo y pícaro contra el más inocente, espiral donde el único fin de un día es <vender basura a los basureros>, para obtener más plata, la codicia, la ambición de poseer lo mejor, en pos del libertinaje más desenfrenado, un akelarre donde las orgias, la cocaína y el lujo no pueden faltar, unas Oficinas cuasi-Sodoma y Gomorra, tienen que poner un cartel en el baño que en horario de trabajo no se puede tener sexo allí, en las fiestas tiran enanos contra una diana, llegan pagar a una secretaria para que se rape su larga melena para regocijo de los empleados. Scorsese nos hace participes por tres horas de este amoral relato, y si escarbamos nos cuenta que si ha habido un Lehman Brothers es que hubo gente que quiso tener más y más, la ambición mueve montañas, y las echa abajo. Somos testigos de la decadencia moral y Martin la hace empática, Joirdan Belfort es la cara de la otra moneda de la anterior actuación de DiCaprio, ‘El Gran Gatsby’, carece de sentimientos más allá del que le procesa al dólar.

La cinta te atrapa desde su impactante inicio, marca a fuego el tono irreverente del relato, primero nos cuelan un glamuroso anuncio de Oakmont Stratton, seguido a una secuencia de la decadencia depravada, DiCaprio y Ethan Suplee (maravilloso Randy de la serie ‘Me llamo Earl’), lanzan un enano con casco a una diana, con un coro enfervorecido de decenas de personas vitoreándoles en la oficina, el fotograma se congela con el enano en medio vuelo, comienza la autopresentación en off del protagonista, <Mi nombre es Jordan Belfort. Soy un exmiembro de la clase media criado por dos contadores den un pequeño apartamento en Bayside, Queens. Cuando cumplí 26 años ya era el jefe de mi propia firma de inversiones. Hice 49 millones de dólares. Lo cual me jodió bastante. Me quedé a tres de conseguir un millón por semana>, y pasa a describirnos su hedonista modus vivendi, vemos una escena que se convertirá en icono de la depravación, solo a la altura del hermano malo de Calígula, un primer plano de un culo de mujer en pompa, las dos nalgas formando un valle, y sobre él aparece el rostro desencajado de Jordan, con una pajita para chupar coca de este perverso valle, mientras chupa continua su autoretrato, nos dice que apuesta como un degenerado, bebe como un pez, tiene sexo con putas 5 o 6 veces por semana, 3 agencias federales tratan de detenerlo, y mientras sigue chupando dice algo obvio, le gustan las drogas, empezamos a escuchar ‘Dust My Broom’ de Elmore James.

Leonardo DiCaprio tanto se empeñó en llevar esta historia al cine que compró los derechos del libro y embarcó en el proyecto a su amigo Martin, actuación antológica de este gurú mesiánico con un carisma tan grande que el Titanic no pudo soportarlo,… (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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