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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Western. Romance. Comedia Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865), el general Owen Thursday, tras ser degradado, es enviado a Fort Apache en calidad de coronel para hacerse cargo del mando. El fuerte, situado en medio del desierto de Arizona, es un puesto militar fronterizo cuyos soldados están curtidos en la lucha contra los apaches mescaleros. (FILMAFFINITY)
2 de agosto de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
122/06(08/07/16) Buen arranque para la fordiana "trilogía de la caballería", seguida por “La legión invencible” (1949) y “Rio Grande” (1950), todas protagonizadas por John Wayne, siendo un cálido homenaje al ejército estadounidense que hizo posible construir esta enorme nación, además esta marcial institución en los tiempos de la postguerra civil sirvió para cicatrizar heridas entre los sudistas y los unionistas, que trabajaron juntos en pos de solidificar el país. El guión de Frank S. Nugent (“El hombre tranquilo”) es inspirado por el cuento "Masacre" (1947) de James Warner Bellah, influenciado claramente este por la figura de George Armstrong Custer y la batalla de Little Big Horn. Un relato en que parece un borrador de la idea que plasmó años más tarde en “El hombre que mató Liberty Valance” (1962), sobre lo de que las leyendas son buenas para fortalecer un país, aunque estas sean mentira. Este es un film que respira por todos los poros el estilo del maestro John Ford, hay camaradería, aventura, drama, comedia, acción, valentía, honor, cargas de caballería a toque de corneta, combates contra indios, y ello enmarcado en parte en el Monument Valley, todo conjugado con espléndida sensibilidad del realizador plasmada en su excelso gusto para retratar sentimientos en silencio, y todo comandado por un maravilloso Henry Fonda en un rol de antihéroe antipático, y su antagonista un notable John Wayne como brújula moral del relato.

Un argumento que tiene su fuerte en dos modos de entender la vida castrense, el enfrentamiento entre un Tte. Col. y el capitán, el primero está a disgusto en el lugar, es un resentido en busca de gloria, trae una mentalidad rígida, egoísta, autoritaria, arrogante, sectaria, inflexible, intransigente, racista, clasista, el segundo está a gusto en el cuartel, disfruta de su trabajo, manda a base de comprender el entorno, de saber y respetar cómo piensan las tribus indias, se ser flexible y escuchar a los demás, estos dos caracteres chocan indefectiblemente, entre los dos tendrán duelos en los que brotaran chispas, siendo la “víctima” los soldados.

Ford recrea con mimo y mucho cariño la vida cuartelaría en la frontera, con su compañerismo, la complicada vida familiar, el entreno de los reclutas, los primeros amores, los cortejos, sus bailes, el clasismo, existente, los miedos de las mujeres al marchar los maridos, esto expuesto con gran fluidez narrativa, con gusto por el detalle, entrelazado con fenomenal equilibrio, con enorme dominio de las actuaciones para transmitir sobre todo a través de miradas y gestos que hablan más que las palabras, provocando una tremendo caudal de expresividad. Una narración salpicada de humor fresco que acentúa la humanidad de unos personajes delineados de modo fascinante. El director hace una miscelánea de calado entre la épica, el romanticismo y la elegía, poniendo en valor además el papel de la mujer como eje vertebrador de la familia, con féminas de fuerte carácter que no son manipuladas, tiene su arraigada personalidad.

Film que tras su fachada patriotera queda una dura crítica a los gerifaltes que mangonean a su antojo a sus subalternos, al egoísmo de los mandamases que manipulan a inocentes por su “gloria” personal, arremete Ford contra el racismo, contra la testarudez, contra el despotismo, contra la corrupción moral, contra la soberbia, loa el compañerismo, el razonamiento, el sentido del deber, el sacrificio por el compañero. Asimismo es reseñable la visión noble hacia las tribus indias, algo novedoso, pues hasta entonces en el cine eran visto como simples malos malísimos, hace un retrato digno de los indios, alaba su sentido del honor, sus ansias de libertad y de no ser vejados, les da motivaciones razonables para su comportamiento, contraponiéndolo a la sin razón del teniente Coronel. Se además un análisis envenenado sobre los héroes de leyenda, muchas veces tergiversadas sus historias por intereses espúreos, donde esta especie de General Custer que es el Tte. Coronel Thursday es elevado por mor del bien del país a niveles de mártir es muy similar a lo que Ford hizo en “El hombre que mató a Liberty Valance”, manipular la verdad para crear mitos al gusto de la masa.

El film no resulta redondo por un tramo final que mezcla grandes aciertos con incoherencias dolientes, queda clara la personalidad narcisista y ególatra de Thursday y la opuesta y razonada de Kirby, pero es escenificada de modo torpe (spoiler), tanto que deriva en un caótico montaje sin pies ni cabeza (spoiler). Tampoco aporta mucho la subtrama romántica, desplegada en cuatro brochazos superficiales.

Puesta en escena brillante en su recreación del micromundo cuartelario fronterizo, notable dirección artística de James Basevi (“Centauros del desierto”), rodándose en escenarios naturales de Monument Valley (Utah), el Fuerte y el puesto comercial es en Rancho Corriganville, en el parque regional en Valle Simi del sur de California, interiores en platós de Selznick Internacional Studios (Culver City, CA), esto engrandecido por la estupenda fotografía Archie Scout (“La legión invencible”), conjuga de modo vibrante lo épico de los espacios abiertos, de las bellas llanuras de Monument Valley salpicadas de las esbeltas montañas, con las tomas interiores, rebosantes de profundidad, con gran manejo de angular, como ejemplo la hermosa escena del baile de salón, preciosa, con ingenioso uso de acciones en segundo plano, espectacular en las escenas de acción, sutil en los estremecedores primeros planos que sonsacan lo mejor de los intérpretes, sus gestos, sus expresivos ojos, dejando traslucir el alma de los personajes. El score es de Richard Hageman (“La diligencia”), encauza emociones de modo intenso, amoldándose a la acción maravillosamente, añadiéndose canciones tradicionales alusivas a su tiempo, marchas militares o el tema del baile.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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