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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Acción. Comedia Un expolicía de Chicago que se dedica a capturar forajidos recibe una oferta de cien mil dólares a cambio de encontrar a un contable que se ha fugado con dinero de la mafia. A primera vista, parece un trabajo sencillo, pero resulta que hay otro cazador de recompensas que busca al mismo individuo. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
101/19(26/04/24) Muy entretenido thriller de acción con mucho de comedia propia de la década de los 80 con proliferación de buddy movies, y este es un grácil ejemplo de ello. Dirige Marton Brest, adaptando el ingenioso guión de George Gallo (“Dos Policías Rebeldes”), que, sin ser muy original en su premisa, si sabe ofrecer diálogos inteligentes, divertidos, solaces, crea personajes pintorescos, introduce running gags mordaces (el de las gafas de sol, el de mirar el reloj parado, la placa de Alonzo Mosely, el de los cigarrillos, el ‘Cuidado Marvin!), con giros agudos, adornado con un final que te deja un gran sabor de boca cinéfilo. Gallo dice que basó la relación entre Jack y el Duque en sus propios padres. "No creo que alguna vez se dieran cuenta de lo graciosos que eran cuando discutían sobre algo", dijo. "Mi padre era muy emotivo, mientras que mi madre era mucho más calculadora. Le dejaba hablar, lo llevaba por callejones y luego atacaba como un gato". Ello potenciado por la eficaz dirección, que dota de un ritmo trepidante un relato que a pesar de sus más de dos horas de metraje pasan veloces, con la gran idea de una estructura donde un cazarrecompensas debe cruzar de este a oeste USA llevando a su revoltoso ‘botín’, perseguidos por la mafia, el FBI y otro cazarrecompensas, con ello la intensidad es constante, con persecuciones, tiroteos, peleas, utilizando en la odisea road-movie todo tipo de vehículos, desde coches, aviones, trenes, y siempre montados en mucho humor. Todo ello en una narración fluida, con un tono alegre que sabe impregnar de vitalidad el espíritu de la cinta.

Y todo esto atomizado por las formidables interpretaciones de la pareja protagonista Robert De Niro (en su primer papel cómico) y Charles Grodin, destilando una sensacional química en sus diferentes estilos, proyectado complicidad. Acompañando un reparto de apoyo brillante con un flemático agente FBI en Yaphet Kotto, un jocoso cazarrecompensas John Ashton, un inquietante capo en la figura de Dennis Farina, un viscoso fiador de pagos de fianzas Joe Pantoliano, e incluso se les da cancha para provocar risas la pareja de sicarios encarnados por Richard Foronjy y Robert Miranda, un tándem hilarante en su dicotomía Idiotesca.

El cazarrecompensas Jack Walsh (DeNiro) es reclutado por el fiador Eddie Moscone (Pantoliano) para encontrar al contador Jonathan "The Duke" Mardukas (Grodin) y llevarlo a Los Ángeles. Mardukas había malversado 15 millones de dólares del jefe de la mafia de Chicago, Jimmy Serrano (Farina), antes de saltarse la fianza de 450.000 dólares que Moscone había pagado por él. Moscone exige a Walsh que traiga a Mardukas de regreso en un plazo de cinco días. A cambio, Walsh exige 100.000 dólares, a pesar de la seguridad de Moscone de que el trabajo es fácil, una "carrera de medianoche". Luego, el agente especial del FBI Alonzo Mosely (Kotto) se acerca a Walsh, quien necesita que Mardukas sea testigo contra Serrano. Mosely le ordena a Walsh que se mantenga alejado de Mardukas. Walsh ignora la orden de Mosely, que utiliza para hacerse pasar por un agente del FBI a lo largo de su viaje. Los secuaces de Serrano, Tony y Joey, ofrecen a Walsh $1 millón para entregarles a Mardukas, pero Walsh se niega. Walsh captura a Mardukas en Nueva York y llama a Moscone desde el aeropuerto, sin saber que la línea de Moscone está siendo intervenida por el FBI y que su asistente Jerry (Jack Kehoe) avisa en secreto a los hombres de Serrano. Moscone envía al cazarrecompensas Marvin Dorfler, un rival de Walsh, a buscarlos.

La chispa está en el humor que chisporrotea entre De Niro y Grodin, ambos desde sus caracteres contrapuestos, chocando en muchos momentos, y a medida que avanza la trama se transpira un gran calor humano entre ellos, ello con un hábil arco de desarrollo de personalidades, generando con ello enorme empatía. Teniendo escenas enraizadas en el chispeante libreto que hace que el bromance nos deje con una sonrisa placentera en el rostro, como cuando ‘El Duque’ en el vagón de tren imita la voz de Jack para mantener una imaginaria discusión entre ambos, maravilloso el rostro de De Niro, y como acaba con un chiste zoofílico desternillante; Cuando los dos están en un pueblo con hambre y sin dinero, y ‘El Duque’ idea un plan haciéndose pasar por agente federal investigando una red de billetes falsos en una cafetería, la compenetración entre los dos es sensacional, mención aparte la sinsentido discusión sobre el alias de dueño Red; Estos ejemplos y más hacen muy satisfactoria la cinta, sin más aspiración que hacerte pasar un buen rato, sin querer ser compleja, sin tratar temas profundos, simplemente la lucha contra la corrupción. Ello adornado por notables escenas de acción. Y coronado por un clímax con gran tensión en el aeropuerto, donde convergerán todos los personajes. Hasta llegar a su fenomenal final, de esos que te deja reconciliado con la raza humana (*spoiler).

Tiene una buena puesta en escena, con un estupendo diseño de producción de Angelo P. Graham (“El Padrino II” o “Apocalypse Now”), rodándose íntegramente en Arizona (Arizona; Upper Salt River Canyon; Flagstaff; Sedona; Cameron); ello filtrado con gran gusto por la granulada fotografía de Donald Thorin (“Ladrón” o “Esencia de mujer”); y todo punteado por rítmica setentera música del maestro Danny Elfman (El músico fetiche de Tim Burton y el de la Homérica cabecera de Los Simpson).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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