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Voto de TOM REGAN:
8
7,5
40.531
Comedia
Teodoro, un ingeniero español que es profesor en la Universidad de Oklahoma, regresa a España para disfrutar de un año sabático. Al llegar, se entera de que su padre ha matado a su madre y, para compensarlo de la pérdida, le ha comprado una moto con sidecar para viajar juntos. Así es como llegan a un remoto pueblo de montaña que parece desierto; lo que ocurre es que todos los vecinos están en la iglesia, porque la misa es un auténtico ... [+]
1 de abril de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
18/01(01/02/14) Obra coral de culto del cine patrio, José Luis cuerda realizó y guionizó una delirante cinta revestida de un tierno realismo mágico, inundada de un humor hilarante, sus continuos gags arremeten con sutileza contra todas las instituciones y se ríe de todo lo habido y por haber, desde el matrimonio, la Guardia Civil, la Iglesia, el feminismo, los culturetas, los alcaldes, los maestros, las prostitutas, el adulterio, la muerte, los suicidas, los borrachos, las elecciones, la impotencia sexual, la xenofobia, las invasiones militares, la violencia machista, y más y más. Es un film sin prácticamente hilo argumental, esto va en su contra, es una sucesión inconexa de set-pieces, en algunos casos irregulares, pero en su suma nos da una notable película, de las que te hace celebrar la vida con su visión desdramatizadora de los problemas, imbuida de algunos diálogos y frases antológicas, que ya han pasado a formar parte de mi vocabulario. Del reparto solo apuntar que el genial José Luis García berlanga dijo a Cuerda que era el mejor elenco actoral que una película española ha tenido.
Su nimio desarrollo arranca con un profesor de la Universidad de Oklahoma en año sabático, Teodoro (buen Antonio Resines) yendo en sidecar-vespa con su padre, Jimmy (buen Luis Ciges), hacen un viaje por España, llegan a un pueblo rural y allí se encuentran con una galería de personajes y de situaciones a cual más estrambótica. Una misa en latín donde los asistentes vitorean al cura (buen Cassen), por su buena “faena”, agricultores que van a trabajar alegremente cantando cual coro angelical, el alcalde que llega al pueblo con una amante con un recibimiento multitudinario, y con gente pidiendo que comparta a la moza, huertos donde germinan hombres, la peor de las hierbas, en el bar del pueblo canta una soprano y los borrachos son supervisados personalmente por la Guardia Civil, benemérita que igual cuida que los novios se metan mano correctamente, como detienen a un plagiador de Faulkner, el maestro del pueblo da clases cantando, una villa popular pues son visitados por estudiantes americanos de Eaton, un grupo de disidentes de los Coros del Ejército Ruso, tienen a exiliados políticos que unos días montan en bici y otros huelen a lomo de ángel, son invadidos por el pueblo vecino, un escritor argentino intelectualoide, hay elecciones para elegir alcalde, profesor, cura, prostituta, marimacho, adúlteras, se hace flash-back en la plaza, un suicida al que los camiones evitan chocarle, el borrachín que se desdobla en un tipo sereno, el pregonero hace saber que la Divinidad es una y Trina, dos tipos se ahorcan para protestar y debaten con gente que los observa esta medida mientras cuelgan, un personaje sin papel que busca que alguien le ceda el suyo, a un tipo calenturiento le da una llamarada el trasero al ver a una guapa, una adultera pare gemelos justo tras fornicar (es que había disfrutado mucho en la cópula), el médico se deleita con la lenta muerte de un paciente, un hombre levita para ascender a los cielos, hasta el sol sale por el Oeste, etc… todo ello con un fino humor, navegando entre el absurdo, el surrealismo y el existencialismo.
La obra se gesta cuando TVE rechaza una serie de José Luis Cuerda, este decide adaptar los 13 episodios proyectados sintetizándolos en una película y rodándola en su provincia natal, Albacete, siendo los pueblos de Ayna, Liétor y Molinicos el escenario. El film se enmarca en una villa labriega que pretende reflejar una España anclada en el pasado, cuasi-franquista, donde las fuerzas vivas eran el Alcalde, la Guardia Civil y el Cura, a los que se venera de modo satírico, transmitiendo mordaces torpedos contra nuestra predeterminada forma de ver el mundo, esto se enfatiza con el modo tan culto de expresarse estos pueblerinos, utilizando un léxico sibarita que ya quisieran para sí muchos intelectuales.
La cinta está plagada de momentos divertidos, frescos y emocionantes, a estos pertenece el trémulo soliloquio que un anciano agricultor, Pedro el labrador (gran Alberto Bové), recita en su bancal a su calabaza mientras se lía un cigarrillo: <Calabaza, se acaba un nuevo día, y como todas las tardes, quiero despedirme de ti. Quiero despedirme de ti y darte las gracias por seguir un día más con nosotros. Tú que podías estar en la mesa de los ricos y de los poderosos, has elegido el humilde bancal de un pobre viejo para dar ejemplo al mundo. Yo no puedo olvidar que, en los momentos más difíciles de mi vida, cuando mi hermana se quedó preñada del negro. O cuando me caparon el hurón a mala leche. Sólo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza yo te llevo en el corazón>, maravillosa oda al espíritu de los agricultores.
O cuando ataca el estereotipo de los barmans que ejercen de “psicólogos” con los clientes, en este caso, el mesonero del pueblo, Tirso (buen Cris Huerta), cuenta una experiencia con una mujer al médico, Don Alonso (gran Paco Cambres), que bebe copiosamente, rayándole en demasía, y el doctor le responde como muchos hemos querido hacerlo con gente que nos da la matraca con algo que nos interesa un “pijo” (expresión del estudiante americano), le espeta un: <Me cago en todos tus muertos Tirso, me cago en todos tus muertos uno a uno, la tabarra que me estás dando, Virgen santísima, pero yo que te he hecho a ti, vamos a ver?>, o la metafísica charla entre el cura y el Cabo Gutiérrez (gran José Sazatornil “Saza”) sobre el libre albedrío, desplegando un epicúreo sentido del humor.
Su nimio desarrollo arranca con un profesor de la Universidad de Oklahoma en año sabático, Teodoro (buen Antonio Resines) yendo en sidecar-vespa con su padre, Jimmy (buen Luis Ciges), hacen un viaje por España, llegan a un pueblo rural y allí se encuentran con una galería de personajes y de situaciones a cual más estrambótica. Una misa en latín donde los asistentes vitorean al cura (buen Cassen), por su buena “faena”, agricultores que van a trabajar alegremente cantando cual coro angelical, el alcalde que llega al pueblo con una amante con un recibimiento multitudinario, y con gente pidiendo que comparta a la moza, huertos donde germinan hombres, la peor de las hierbas, en el bar del pueblo canta una soprano y los borrachos son supervisados personalmente por la Guardia Civil, benemérita que igual cuida que los novios se metan mano correctamente, como detienen a un plagiador de Faulkner, el maestro del pueblo da clases cantando, una villa popular pues son visitados por estudiantes americanos de Eaton, un grupo de disidentes de los Coros del Ejército Ruso, tienen a exiliados políticos que unos días montan en bici y otros huelen a lomo de ángel, son invadidos por el pueblo vecino, un escritor argentino intelectualoide, hay elecciones para elegir alcalde, profesor, cura, prostituta, marimacho, adúlteras, se hace flash-back en la plaza, un suicida al que los camiones evitan chocarle, el borrachín que se desdobla en un tipo sereno, el pregonero hace saber que la Divinidad es una y Trina, dos tipos se ahorcan para protestar y debaten con gente que los observa esta medida mientras cuelgan, un personaje sin papel que busca que alguien le ceda el suyo, a un tipo calenturiento le da una llamarada el trasero al ver a una guapa, una adultera pare gemelos justo tras fornicar (es que había disfrutado mucho en la cópula), el médico se deleita con la lenta muerte de un paciente, un hombre levita para ascender a los cielos, hasta el sol sale por el Oeste, etc… todo ello con un fino humor, navegando entre el absurdo, el surrealismo y el existencialismo.
La obra se gesta cuando TVE rechaza una serie de José Luis Cuerda, este decide adaptar los 13 episodios proyectados sintetizándolos en una película y rodándola en su provincia natal, Albacete, siendo los pueblos de Ayna, Liétor y Molinicos el escenario. El film se enmarca en una villa labriega que pretende reflejar una España anclada en el pasado, cuasi-franquista, donde las fuerzas vivas eran el Alcalde, la Guardia Civil y el Cura, a los que se venera de modo satírico, transmitiendo mordaces torpedos contra nuestra predeterminada forma de ver el mundo, esto se enfatiza con el modo tan culto de expresarse estos pueblerinos, utilizando un léxico sibarita que ya quisieran para sí muchos intelectuales.
La cinta está plagada de momentos divertidos, frescos y emocionantes, a estos pertenece el trémulo soliloquio que un anciano agricultor, Pedro el labrador (gran Alberto Bové), recita en su bancal a su calabaza mientras se lía un cigarrillo: <Calabaza, se acaba un nuevo día, y como todas las tardes, quiero despedirme de ti. Quiero despedirme de ti y darte las gracias por seguir un día más con nosotros. Tú que podías estar en la mesa de los ricos y de los poderosos, has elegido el humilde bancal de un pobre viejo para dar ejemplo al mundo. Yo no puedo olvidar que, en los momentos más difíciles de mi vida, cuando mi hermana se quedó preñada del negro. O cuando me caparon el hurón a mala leche. Sólo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza yo te llevo en el corazón>, maravillosa oda al espíritu de los agricultores.
O cuando ataca el estereotipo de los barmans que ejercen de “psicólogos” con los clientes, en este caso, el mesonero del pueblo, Tirso (buen Cris Huerta), cuenta una experiencia con una mujer al médico, Don Alonso (gran Paco Cambres), que bebe copiosamente, rayándole en demasía, y el doctor le responde como muchos hemos querido hacerlo con gente que nos da la matraca con algo que nos interesa un “pijo” (expresión del estudiante americano), le espeta un: <Me cago en todos tus muertos Tirso, me cago en todos tus muertos uno a uno, la tabarra que me estás dando, Virgen santísima, pero yo que te he hecho a ti, vamos a ver?>, o la metafísica charla entre el cura y el Cabo Gutiérrez (gran José Sazatornil “Saza”) sobre el libre albedrío, desplegando un epicúreo sentido del humor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El examen que el maestro Don Roberto (buen Francisco Hernández) les va a poner a sus alumnos: <Examen. Tema único: Las ingles. Tomad nota de las preguntas: Las ingles. Su importancia geográfica. Son verdad las ingles? Historia de las ingles, las ingles en la antigüedad. Las ingles de los americanos. Cómo hay que tocar las ingles? El ruido de las ingles. Las ingles más famosas. Las ingles y la literatura. Un tirón de ingles. Las ingles de los niños. Las ingles y la cabeza, relación si la hubiera. Las ingles en Andalucía y el clavel! Teoría general del Estado y las ingles. Las ingles negras. Las ingles putas. Hay una ingle? o hay muchas ingles? Las ingles de los actores. La ingle y Dios. No ha nacido todavía la ingle que me domine. Las ingles descabaladas. Su por qué! Dibujo a mano de las ingles. Es carne la ingle? El jaque a la ingle. Satisface hoy en día una ingle? Qué ingle? Contestad a las preguntas>.
Y más frases y diálogos:
-Viva el munícipe por antonomasia!
-Alcalde: todos somos contingentes, pero tú eres necesario!.
-De orden del señor cura, se hace saber que Dios es uno y trinoooo!.
-Se está muriendo divinamente, te lo juro. Tenía ganas de que vinieras para poder decírtelo.
-Dirá usted lo que quiera doña Remedios, pero no es normal que a los diez minutos de terminar el acto dé usted a luz. [...] Yo no sé lo que va a decir su marido, un hombre de ciencia.
-Le dije a usted, cuando me pidió permiso para ejercer de escritor en el pueblo, que era mejor que hiciese lo que hacen los otros sudamericanos, que unos días van en bici y otros huelen bien. [...] Y ahora me dicen que ha escrito usted Luz de agosto, la novela de Faulkner, de William Faulkner! [...] Es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?.
-Yo he pensado que también me interesaría ser intelectual, como no tengo nada que perder.
-(El suicida Guillermo Montesinos tirándose contra un camión en marcha, este los dribla) Mátame pero mátame! Un día va a haber un accidente.
- (Teodoro y Jimmy acostados de noche en la cama) Supongo que me respetarás, eh, Teodoro?.
- Qué guarradas está usted pensando padre?.
-Déjate, déjate! Que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama, eh?.
- Mi hijo, que es ingeniero y da clases en Oklahoma, tiene alma de artista. Qué se le va a hacer, ha salido así... Lo que pasa es que se ríe cuando hay luna llena.
- Pero padre, eso en Oklahoma no es tan raro...
- Pues aquí si es raro! ¡Coño, me oyes?!
- Te cambio el papel.
- Qué?
- Que te cambio mi personaje por el tuyo.
- Si hombre, eso es. Vamos, me chupo yo toda la carrera de ingeniero, me saco una plaza cojonuda en Oklahoma y ahora te paso a ti mi personaje para que a lo mejor te limpies el culo con él. Vamos no me jodas hombre, no me jodas.
-Tú crees que los conocimientos que adquiramos ahora en la escuela serán de rango inferior a los bienes espirituales que nos han sido dados en la misa?
-¡Pues probablemente sí!
Todo un delirio de surrealismo, no resulta redonda por cierta picos de sierra que la desequilibran, tiende a emitir conjunto de episodios que en solitario funcionan, pero no encajan entre sí, se notan amontonados, conjunto de retales, pero divino conjunto de retales, con legión de actores en estado de gracia, donde solo echo en falta a Agustín González y Fernando Fernán Gómez, el resto son un épico equipo, Antonio Resines, Luis Ciges, “Saza”, “Cassen”, Manuel Alexandre, Ovidi Montllor, Rafael Alonso, María Isbert, Miguel Rellán, Tito Valverde, Ferrán Rañé, Guillermo Montesinos, Enrique San Francisco, Gabino Diego, y más y más. Recomendable a los que gusten de humor ácido-cínico-bufonesco y sobre todo inteligente. Fuerza y honor!!!
Y más frases y diálogos:
-Viva el munícipe por antonomasia!
-Alcalde: todos somos contingentes, pero tú eres necesario!.
-De orden del señor cura, se hace saber que Dios es uno y trinoooo!.
-Se está muriendo divinamente, te lo juro. Tenía ganas de que vinieras para poder decírtelo.
-Dirá usted lo que quiera doña Remedios, pero no es normal que a los diez minutos de terminar el acto dé usted a luz. [...] Yo no sé lo que va a decir su marido, un hombre de ciencia.
-Le dije a usted, cuando me pidió permiso para ejercer de escritor en el pueblo, que era mejor que hiciese lo que hacen los otros sudamericanos, que unos días van en bici y otros huelen bien. [...] Y ahora me dicen que ha escrito usted Luz de agosto, la novela de Faulkner, de William Faulkner! [...] Es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?.
-Yo he pensado que también me interesaría ser intelectual, como no tengo nada que perder.
-(El suicida Guillermo Montesinos tirándose contra un camión en marcha, este los dribla) Mátame pero mátame! Un día va a haber un accidente.
- (Teodoro y Jimmy acostados de noche en la cama) Supongo que me respetarás, eh, Teodoro?.
- Qué guarradas está usted pensando padre?.
-Déjate, déjate! Que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama, eh?.
- Mi hijo, que es ingeniero y da clases en Oklahoma, tiene alma de artista. Qué se le va a hacer, ha salido así... Lo que pasa es que se ríe cuando hay luna llena.
- Pero padre, eso en Oklahoma no es tan raro...
- Pues aquí si es raro! ¡Coño, me oyes?!
- Te cambio el papel.
- Qué?
- Que te cambio mi personaje por el tuyo.
- Si hombre, eso es. Vamos, me chupo yo toda la carrera de ingeniero, me saco una plaza cojonuda en Oklahoma y ahora te paso a ti mi personaje para que a lo mejor te limpies el culo con él. Vamos no me jodas hombre, no me jodas.
-Tú crees que los conocimientos que adquiramos ahora en la escuela serán de rango inferior a los bienes espirituales que nos han sido dados en la misa?
-¡Pues probablemente sí!
Todo un delirio de surrealismo, no resulta redonda por cierta picos de sierra que la desequilibran, tiende a emitir conjunto de episodios que en solitario funcionan, pero no encajan entre sí, se notan amontonados, conjunto de retales, pero divino conjunto de retales, con legión de actores en estado de gracia, donde solo echo en falta a Agustín González y Fernando Fernán Gómez, el resto son un épico equipo, Antonio Resines, Luis Ciges, “Saza”, “Cassen”, Manuel Alexandre, Ovidi Montllor, Rafael Alonso, María Isbert, Miguel Rellán, Tito Valverde, Ferrán Rañé, Guillermo Montesinos, Enrique San Francisco, Gabino Diego, y más y más. Recomendable a los que gusten de humor ácido-cínico-bufonesco y sobre todo inteligente. Fuerza y honor!!!