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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama Matsugoro, un pobre conductor de carro en el Japón del periodo Meiji, devuelve a un niño perdido, Toshio, a su casa. Sus padres se muestran con él muy agradecidos. Tras la muerte del padre, la madre, Yoshiko, muy preocupada por su hijo, le pide a Matsugoro que le ayude a educarlo. Él acepta encantado. Con el paso del tiempo le coge mucho cariño, al niño y a la madre. Pero Toshio crece, y se marcha a estudiar a la universidad de Tokio, y ... [+]
7 de octubre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
247/20(29/09/10) Buen melodrama japonés realizado por Hiroshi Inagaki, también conocido por su trilogía ‘Samurai’. Con esta obra alcanzó el León de Oro de Venecia en 1958. Este trabajo es un remake de un film suyo que hizo durante la Segunda Guerra Mundial , nos habla de cómo los estratos sociales marcan a fuego la personalidad, de cómo Matsugoro, ‘El hombre del carrito’ (coloso Mifune) está ‘secretamente’ enamorado de Yoshiko Yoshioka (excelente Hideko Takamine), esposa de un militar, que se ha quedado repentinamente viuda y con un hijo pequeño, y no se atreve a decirle nada pues no se cree, por su condición social, en posición para merecer su amor, así que se conforma con estar cerca de ella para ayudarla en quehaceres domésticos, o en forjar la débil personalidad del hijo. El relato es un tributo a las personas de clase baja, de cómo a pesar de tener poco lo que no les falta es corazón, un corazón que no les cabe en el pecho, Mifune compone un personaje entrañable, un ser que debajo de su hosquedad y hastío esconde sentimientos de amor, de cariño, de sensibilidad que suavemente deja aflorar. La historia se surte de pequeños flas-backs que van componiendo la enorme personalidad y carisma de Matsugoro, como botón de muestra la que le cuenta al niño de cuando él lloró por primera y única vez, fue cuando de niño se dirigió a buscar a su padre y se perdió por un camino surcado por los espectros que su temerosa mente creaba, entrañablemente deliciosa. Inagaki nos cuenta el relato utilizando recursos que dotan al film de un sello particular, como son las elipsis, ejemplo la muerte del esposo de su amada, usa las ruedas del ‘carrito’ para mostrarnos como el tiempo pasa, nos muestra como las tradiciones niponas se van perdiendo, y Matsu es el ‘Símbolo’ de un Japón enraizado, ejemplo el tambor que ya no toca nadie en el pueblo, así como es un recorrido sutil por la historia de la primera mitad del Siglo XX en Japón, un tiempo lleno de cambios y de modernización, asistimos a fiestas y celebraciones de victorias. El argumento rebosa sencillez pero la forma de contarlo y Mifune es lo que eleva el resultado de la cinta, mereciendo la pena verla, a pesar de algún exceso sensiblero. Lo peor es el personaje de Yoshiko, que seguro su personalidad es lo que requería el film, pero a mí se me queda un ser despreciable, fríop, gélido, que supone que los pobres están para servirla, no piensa ni por un momento en los sentimientos de Matsu (Spolier), lo dicho un ser despreciable. Recomendable a los que gusten de buenos melodramas. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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