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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama La policía detiene a un adinerado adolescente nigeriano-estadounidense y le pega un tiro. El joven despierta inmediatamente, reviviendo el mismo y día una y otra vez, atrapado en un bucle de tiempo que le obliga a confrontar duras verdades sobre su vida y sobre sí mismo. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
46/08(09/02/22) Pretencioso drama dirigido Ali LeRoi con guión escrito por Stanley Kalu, estudiante de cine de la Universidad del Sur de California cuando tenía 19 años. Fue el primer ganador de The Launch, concurso de escritura de guiones para encontrar y desarrollar guiones de nuevos escritores prometedores en el que LeRoi fue juez, el premio de la competencia incluía el guión producido como largometraje, y LeRoi firmó para dirigirlo como su propio debut cinematográfico. Historia que mezcla todo un batiburrillo de temas de modo esquemático, sin aportar idea nueva a ninguno.

Empieza como un drama social en el que se retrata a un joven (Tunde al que da vida un estreñido Steven Silver) que ‘sale del armario’ diciéndole a sus padres que es gay, es un chico negro que tiene a un amante blanco (Soren encarnado por un correcto Spencer Neville), estudia en colegio donde se nos hace ver un reflejo manido de estas instituciones de secundaria, para a la noche cuando va en un Suv lo para la policía y lo mata, y entonces vuelve a empezar el día, con la voz en off del protagonista relatando su obituario (“Tunde Johnson partió de esta vida a las 9:38 p. m. del 28 de mayo de 2020 a manos de agentes de policía en Los Ángeles”) de ahí el título, y así sucesivamente en bucle, con lo que tenemos una nueva revisión a la espléndida “Groundhog Day”. Pero en este caso para tratar la búsqueda de la identidad sexual, los problemas por reconocerse gay, el racismo, la violencia policial, pero todo esto en un tono plano, cual foto estática, sin aportar algo original (lo del muchacho blanco incapaz de ‘salir del armario’ resulta de un manido, y que además tiene de tapadera a una hermosa chica, por cierto, preciosa Nicola Peltz), sin evolución alguna del protagonista, sin que veamos que aprende de revivir el día, sin dilemas morales.

Entiendo que quiere abordar las segundas (y terceras y cuartas y...) oportunidades, pero en este caso sin evolución personal alguna, un protagonista manso, quiere el director que veamos qué mal lo pasan los negros en USA, y más si son gays, pero yo no veo homofobia en el relato, más bien miedo a ‘salir del armario’, pues además los padres del negro y del blanco no parecen tomarse a la tremenda que sus hijos sean homosexuales. Tampoco atisbo racismo en la película (hay espacio para un programa de tv donde se comenta un crimen racista, esto metido con calzador), más allá (claro está) del cliché de la policía matando a Tunde, en un acto de denuncia panfletaria y de trazo grueso, en que a cada ocasión se hace una recreación de alguien que murió de ese modo (no podía faltar la de George Floyd), y donde brilla na facilona victimización condescendiente de los negros. Una cinta que padece de arritmia, de vaivenes, y sobre todo de sentirse artificiosa, y que con el devenir de los asesinatos de Tunde se acaban por banalizar estos actos criminales al no hacer análisis del porqué, simplemente suceden y ya está, venga empecemos otro día como si nada. Donde el conflicto se siente manufacturado, ejemplo es que la novia del amante de Tunde, resulta que es la mejor amiga de este, estableciendo un conflicto prefabricado. También hay una vertiente bastante hedionda en cómo se normalizan el consumo de drogas entre los jóvenes (puaj!!!). Para sumar en lo inane está un final insípido y sin emoción alguna, anticlimático.

No es que sea una mala película, es que esperaba más, y no resultar un esbozo de ideas ya muy ajadas. Pero con todo, es desdeñable el carácter de Tunde como ejemplo de persona valiente que decide afrontar sus temores y ‘salir del armario’ con sus padres, y también quiere empujar a su ‘amante’ a que haga lo mismo ante su padre Alfred (buen David James Elliot, que tiene una grácil charla con Tunde a la puerta de una tienda), este miedoso de la reacción de su entorno. También me ha gustado otro elemento, ye s que sacan una escena de sexo hetero cuasi-explícito, y ha tenido coraje el director y lo ha compensado con otra de sexo gay. También tiene algunas buenas frases como la reacción del padre Ade (buen Sammi Rotibi) de Tunde cuando este les dice que es homosexual, que le dice, ‘Te amamos de forma incondicional. Pero quiero que entiendas que el amor incondicional también está acompañado por un miedo incondicional’. Y siguiendo con el padre, está el modo de ver según su tradición africana (es nigeriano) la muerte, y le dice a Tunde durante una exposición pictórica en una galería que ‘Nuestra gente no cree en la muerte tradicional’, ello mientras observan un cuadro en que varias caras están sobre una cabeza, como una alegoría de que todos somos uno y nuestros antepasados (al menos eso entiendo yo).

Me queda un loable pero errado drama psicológico, pero al que le lastra no desarrollar las ideas y quedarse panfletos colocados en el escaparate. Fuerza y honor!!!

PD. En 2020 el director y guionista Travon Free ‘copió’ la idea básica para el corto “Two Distant Strangers”, auqnue aquí anulando el factor gay, y si queriendo hacer evolucionar al protagonista.
TOM REGAN
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