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Voto de TOM REGAN:
7
7,5
3.114
Drama. Romance
Año 1909. En el transcurso de una huelga general, Henrik, un humilde estudiante de Teología, conoce a una chica de una familia de clase alta a la que todos adoran, sobre todo su padre. Entre ellos nacerá, a pesar de la oposición familiar, una larga historia de amor que encarna la lucha contra el rígido sistema de clases dominante. Se basa en la historia de los padres de Bergman. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
404/26(28/11/21) Buen drama sueco dirigido por el danés Bille August y escrito por Ingmar Bergman semi-autobiográfico, cuenta la historia de la compleja relación entre los padres de Bergman, Erik Bergman y Karin Åkerblom, quienes en la película son renombrados como Henrik y Anna pero conservan sus verdaderos apellidos. El director semi-retirado Ingmar Bergman concibió la película mientras escribía sus memorias “The Magic Lantern”, escribió el guión basado en los primeros años del matrimonio de sus padres, el ministro luterano Erik Bergman y Karin Åkerblom, entre 1909 y 1918, intentando verlos menos como "gigantes míticos que dominaron su infancia", y más como gente complicada. Al terminar la película antes de que él naciera, examinó sus conflictos que no tenían que ver con él. La película documenta el noviazgo y los difíciles primeros años de su matrimonio, hasta que Anna queda embarazada de su segundo hijo, que corresponde al propio Ingmar, que escribió el guión basándose en notas dispersas y conversaciones con sus padres en sus últimos años. En ese momento, era una de las películas suecas más caras jamás realizadas. Puede verse como una continuación de la película “Fanny and Alexander” de Bergman de 1982, pero a diferencia de la magnificencia de esta oscarizada cinta recargada de personajes y decoración, aquí se atiene a ser minimalista, centrado en un amor ‘guadianesco’ entre mujer y hombre
Después de que Bergman se retiró ostensiblemente de la dirección, eligió a August como su director sobre la base de “Pelle the Conqueror” de 1988 de este último, con la condición de que Pernilla August fuera elegida como Anna. Samuel Fröler y Pernilla August interpretaron a Henrik y Anna, respectivamente en dos actuaciones primorosas. Fröler está tremendo en un personaje antipático, hosco, despliega sequedad en un personaje rígido, introvertido, con pérdidas del control que derivan en estallidos de rabia física (la paliza a un niño es buena prueba de ello), con problemas de comunicación, y aun así deja entrever grietas de ánimo emocional en sus silencios, gran actuación; Pernilla Ostergren (pasaría a apellido August tras esta película y casarse con el director danés), da una interpretación cargada de sentimiento, manteniendo una química fulgente con Fröler, todo un derroche de expresividad; Del resto del reparto destaco a la danesa Ghita Norby como la áspera madre de Anna, formidable su ‘arterismo’ y nivel de manipulación sibilina; Max von Sydow en un rol pequeño, pero haciendo gala de que no hay papeles pequeños y grandes, si no actores mediocres y buenos, él es de los mejores (da igual cuando diga esto), su carisma y temple son arrolladores como el patriarca, el modo de llevar la conversación con Henrik, sin querer ir a la confrontación resulta hasta divertido; La veterana actriz Anita Bjork aporta majestuosidad a su rol de una escena como la Reina Viktoria de Suecia.
Un relato donde la mano del director de “El Séptimo Sello” se nota en uno de sus mantras como es el retrato ácido de la institución del matrimonio, en su radiografía agria de la familia, en como la religión está enraizada en la sociedad con su inherente hipocresía, en la crudeza de unos diálogos cortantes, donde hay gran ingenio en como modular los diálogos de la inanidad aparente hacia la discusión más sangrante, donde los silencios y las miradas hablan tanto como las palabras. Abordando el director también la lucha de clases, ello en el marco de un amor tormentoso, con múltiples obstáculos, primero familiares y luego propios del carácter de la pareja, y todo esto desarrollado a un ritmo sereno (por momentos demasiado), donde los protagonistas dejan su personalidad marcada en sus muchas falencias y sus virtudes.
August dota de belleza las imágenes, fruto de una espléndida fotografía de Jörgen Persson (“Pelle, el conquistador”), enalteciendo los paisajes suecos, sus granjas, hermosos pueblos nevados, emitiendo dramatismo en sus tonalidades apagadas, patinados grisáceos, creando hermosas postales, donde predomina el blanco de los vestidos con el de la nieve pura; Esto adornado por la música del sueco Stefan Nilsson, envolviendo la narración con melodías de piano y con un tema de cuerdas, en clara proyección de leit-motives.
El director intenta emular a Ingmar, pero se queda a medias, sobre todo en comparación con sus grandes obras (hay algunas de Bergman para mí, muy sobrevaloradas), y es que teniendo marcas del cineasta de “Fresas Salvajes”, pero le falta niveles de incisión, donde por momentos parece estamos en un bucle de amor, peleas desgarradoras (tanto a nivel oral como hasta lo físico), reconciliación y vuelta a empezar, sintiéndome un tanto estancado en esta reiteración de amor-odio, que no parece avanzar más que hasta la siguiente discusión y consiguiente muestra de amor. Pareja protagonista que se sienten pétreos, son lo mismo cuando empiezan que cuando acaba, no hay evolución alguna en sus caracteres, de hechos los dejamos in media res, vemos a un hipócrita reverendo con un corazón duro y agria (si es que tiene), incapaz de perdonar (uno de los temas de la película, la incapacidad de perdonar de muchas personas), con claras carencias emocionales, violento hasta para golpear a su esposa y a un niño, y tenemos a ella como mujer hedonista, veleidosa, que vemos es también otra hipócrita cuando acoge a un niño (Petrus; en una sub trama que no se sabe bien porque el niño no quiere estar con sus tutores, creo intuir es por abusos sexuales); Esta reiteración repercute en que el metraje sea a todas luces excesivo para lo que se cuenta, mayor síntesis hubiera dado mayor empaque al resultado final. Quizás el montaje, que proviene de una serie de tv sueca de cuatro capítulos, siendo esta una versión condensada y puede el editor no hubiera sido valiente con la tijera para dar agilidad al metraje;... (sigo en spoiler)
Después de que Bergman se retiró ostensiblemente de la dirección, eligió a August como su director sobre la base de “Pelle the Conqueror” de 1988 de este último, con la condición de que Pernilla August fuera elegida como Anna. Samuel Fröler y Pernilla August interpretaron a Henrik y Anna, respectivamente en dos actuaciones primorosas. Fröler está tremendo en un personaje antipático, hosco, despliega sequedad en un personaje rígido, introvertido, con pérdidas del control que derivan en estallidos de rabia física (la paliza a un niño es buena prueba de ello), con problemas de comunicación, y aun así deja entrever grietas de ánimo emocional en sus silencios, gran actuación; Pernilla Ostergren (pasaría a apellido August tras esta película y casarse con el director danés), da una interpretación cargada de sentimiento, manteniendo una química fulgente con Fröler, todo un derroche de expresividad; Del resto del reparto destaco a la danesa Ghita Norby como la áspera madre de Anna, formidable su ‘arterismo’ y nivel de manipulación sibilina; Max von Sydow en un rol pequeño, pero haciendo gala de que no hay papeles pequeños y grandes, si no actores mediocres y buenos, él es de los mejores (da igual cuando diga esto), su carisma y temple son arrolladores como el patriarca, el modo de llevar la conversación con Henrik, sin querer ir a la confrontación resulta hasta divertido; La veterana actriz Anita Bjork aporta majestuosidad a su rol de una escena como la Reina Viktoria de Suecia.
Un relato donde la mano del director de “El Séptimo Sello” se nota en uno de sus mantras como es el retrato ácido de la institución del matrimonio, en su radiografía agria de la familia, en como la religión está enraizada en la sociedad con su inherente hipocresía, en la crudeza de unos diálogos cortantes, donde hay gran ingenio en como modular los diálogos de la inanidad aparente hacia la discusión más sangrante, donde los silencios y las miradas hablan tanto como las palabras. Abordando el director también la lucha de clases, ello en el marco de un amor tormentoso, con múltiples obstáculos, primero familiares y luego propios del carácter de la pareja, y todo esto desarrollado a un ritmo sereno (por momentos demasiado), donde los protagonistas dejan su personalidad marcada en sus muchas falencias y sus virtudes.
August dota de belleza las imágenes, fruto de una espléndida fotografía de Jörgen Persson (“Pelle, el conquistador”), enalteciendo los paisajes suecos, sus granjas, hermosos pueblos nevados, emitiendo dramatismo en sus tonalidades apagadas, patinados grisáceos, creando hermosas postales, donde predomina el blanco de los vestidos con el de la nieve pura; Esto adornado por la música del sueco Stefan Nilsson, envolviendo la narración con melodías de piano y con un tema de cuerdas, en clara proyección de leit-motives.
El director intenta emular a Ingmar, pero se queda a medias, sobre todo en comparación con sus grandes obras (hay algunas de Bergman para mí, muy sobrevaloradas), y es que teniendo marcas del cineasta de “Fresas Salvajes”, pero le falta niveles de incisión, donde por momentos parece estamos en un bucle de amor, peleas desgarradoras (tanto a nivel oral como hasta lo físico), reconciliación y vuelta a empezar, sintiéndome un tanto estancado en esta reiteración de amor-odio, que no parece avanzar más que hasta la siguiente discusión y consiguiente muestra de amor. Pareja protagonista que se sienten pétreos, son lo mismo cuando empiezan que cuando acaba, no hay evolución alguna en sus caracteres, de hechos los dejamos in media res, vemos a un hipócrita reverendo con un corazón duro y agria (si es que tiene), incapaz de perdonar (uno de los temas de la película, la incapacidad de perdonar de muchas personas), con claras carencias emocionales, violento hasta para golpear a su esposa y a un niño, y tenemos a ella como mujer hedonista, veleidosa, que vemos es también otra hipócrita cuando acoge a un niño (Petrus; en una sub trama que no se sabe bien porque el niño no quiere estar con sus tutores, creo intuir es por abusos sexuales); Esta reiteración repercute en que el metraje sea a todas luces excesivo para lo que se cuenta, mayor síntesis hubiera dado mayor empaque al resultado final. Quizás el montaje, que proviene de una serie de tv sueca de cuatro capítulos, siendo esta una versión condensada y puede el editor no hubiera sido valiente con la tijera para dar agilidad al metraje;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...También (es imposible no comparar esta cinta con lo que hubiera podido hacer el famoso guionista) adolece de la potencia visual de Bergman, aun habiendo efluvios, la realización se siente convencional, aprovechando la beldad de los lares, pero no es Bergman, y se siente como alguien que intenta emularlo y no ser Billie August; También cabe achacarle que las elipsis se sienten forzadas en el sentido que no sabes bien el tiempo pasado, se dan de modo abrupto y debes intuir sin certeza alguna, y esto desvía la atención.
Comienza marcando a fuego la adusta y puritana personalidad de Henrik Bergman, cuando se reúne con su abuelo, este pide a Henrik se reúna con su abuela a punto de morir para limar las asperezas entre ambos, pero este, que es estudiante de teología, y aspirante a reverendo, haciendo gala de aquello de ‘En casa del herrero, cuchillo de palo’, o sea, una gran hipocresía impropia de un cristiano, reúsa con gran ira y despecho despreciativo a reunirse con su ‘yaya’ moribunda, y se marcha. Tras dotar de esta ruda personalidad al protagonista, entramos en lo que será el núcleo de la historia, la relación entre este humilde estudiante eclesiástico (luego pastor luterano) y Anna Akerbloon, la hermana de su mejor amigo Ernst, joven caprichosa de vida de clase alta, el amor surgido entre ambos tiene grandes obstáculos, por un lado la madre de ella se niega a su relación por ser él de clase inferior, y por otro lado tenemos al (fariseo) de Henrik manteniendo una relación con una camarera. Barreras que ocuparan tiras y aflojas en la primera parte del film.
En la segunda parte del film entraremos en el matrimonio, donde los roces son continuos, ello teniendo el marco de un pueblo rural sueco donde Anna no termina de adaptarse, sobre todo a la frugalidad en la que tiene que vivir, en comparación con lo que estaba acostumbrada de soltera en su familia. Ello chocando con que Henrik se siente un ‘santo’ atendiendo los problemas de esta humilde gente, incluso cuando reniegan de él, más cerca de ellos se siente. Asistiremos al ciclo de la vida matrimonial en este bloque, el amor, las cesiones mutuas (en realidad son la raíz de la tensión latente que termina explotando) el sexo, los hijos, la interrelación (difícil) con la comunidad (él oficia en la Iglesia, ayuda a los obreros en sus reuniones de reivindicación; ella asiste de enfermera y da clases de costura), hay una sub trama un tanto de tono izquierdista en como Henrik se alinea con unos trabajadores en contra del patrón, que no se sabe muy bien que nos quiere decir.
Spoiler:
Momentos recordables: La reacción del niño Petrus cuando oye a Anna que quiere devolverlo a sus tutores, coge al hijo de la pareja y corre con aviesas intenciones hacia el rio (supuestamente a arrojarlo a las heladas aguas), Anna y Henrik se dan cuenta y el hombre corre como puede entre la nieve en una escena cargada de intensidad grimante, parece una carrera interminable, hasta que por fin Henrik llega justo a tiempo y le quita al niño d ellos brazos de Petrus, y el hombre le da una somanta de guantazos infinitos a Petrus, nada de comprensión o perón cristiano, la violencia como respuesta; La última escena, con Henrik yendo en busca de sus esposa a la ciudad de la familia de Anna donde esta ‘huyó’ con su hijo, con los reconciliándose de modo extraño sentados cada uno en un banco de un parque nevado.
Ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes de 1992.
Film que con sus valles, tiene picos muy valiosos que la hacen una cinta sugestiva en muchos aspectos, pero le falta para elevarse, es por ello lo de los defectos que menciono. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/12/las-mejores-intenciones.html
Comienza marcando a fuego la adusta y puritana personalidad de Henrik Bergman, cuando se reúne con su abuelo, este pide a Henrik se reúna con su abuela a punto de morir para limar las asperezas entre ambos, pero este, que es estudiante de teología, y aspirante a reverendo, haciendo gala de aquello de ‘En casa del herrero, cuchillo de palo’, o sea, una gran hipocresía impropia de un cristiano, reúsa con gran ira y despecho despreciativo a reunirse con su ‘yaya’ moribunda, y se marcha. Tras dotar de esta ruda personalidad al protagonista, entramos en lo que será el núcleo de la historia, la relación entre este humilde estudiante eclesiástico (luego pastor luterano) y Anna Akerbloon, la hermana de su mejor amigo Ernst, joven caprichosa de vida de clase alta, el amor surgido entre ambos tiene grandes obstáculos, por un lado la madre de ella se niega a su relación por ser él de clase inferior, y por otro lado tenemos al (fariseo) de Henrik manteniendo una relación con una camarera. Barreras que ocuparan tiras y aflojas en la primera parte del film.
En la segunda parte del film entraremos en el matrimonio, donde los roces son continuos, ello teniendo el marco de un pueblo rural sueco donde Anna no termina de adaptarse, sobre todo a la frugalidad en la que tiene que vivir, en comparación con lo que estaba acostumbrada de soltera en su familia. Ello chocando con que Henrik se siente un ‘santo’ atendiendo los problemas de esta humilde gente, incluso cuando reniegan de él, más cerca de ellos se siente. Asistiremos al ciclo de la vida matrimonial en este bloque, el amor, las cesiones mutuas (en realidad son la raíz de la tensión latente que termina explotando) el sexo, los hijos, la interrelación (difícil) con la comunidad (él oficia en la Iglesia, ayuda a los obreros en sus reuniones de reivindicación; ella asiste de enfermera y da clases de costura), hay una sub trama un tanto de tono izquierdista en como Henrik se alinea con unos trabajadores en contra del patrón, que no se sabe muy bien que nos quiere decir.
Spoiler:
Momentos recordables: La reacción del niño Petrus cuando oye a Anna que quiere devolverlo a sus tutores, coge al hijo de la pareja y corre con aviesas intenciones hacia el rio (supuestamente a arrojarlo a las heladas aguas), Anna y Henrik se dan cuenta y el hombre corre como puede entre la nieve en una escena cargada de intensidad grimante, parece una carrera interminable, hasta que por fin Henrik llega justo a tiempo y le quita al niño d ellos brazos de Petrus, y el hombre le da una somanta de guantazos infinitos a Petrus, nada de comprensión o perón cristiano, la violencia como respuesta; La última escena, con Henrik yendo en busca de sus esposa a la ciudad de la familia de Anna donde esta ‘huyó’ con su hijo, con los reconciliándose de modo extraño sentados cada uno en un banco de un parque nevado.
Ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes de 1992.
Film que con sus valles, tiene picos muy valiosos que la hacen una cinta sugestiva en muchos aspectos, pero le falta para elevarse, es por ello lo de los defectos que menciono. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/12/las-mejores-intenciones.html