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Voto de TOM REGAN:
6
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Drama
Frank Pierce (Nicolas Cage), un empleado del servicio nocturno de ambulancias de Nueva York, está quemado por el estrés, la soledad y la dureza de su trabajo, pues se pasa las noches recogiendo todo tipo de enfermos, accidentados y moribundos. Como consecuencia de ello empieza a sufrir alucinaciones en las que se le aparecen las personas a las que no pudo salvar. Intentando redimirse, Frank se obsesiona con la idea de salvar aunque sólo sea una vida. (FILMAFFINITY) [+]
12 de agosto de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
115/03(04/07/19) Irregular drama realizado por Martin Scorsese, teniendo el atractivo extra de trabajar de nuevo junto al guionista Paul Schraeder (con el que hizo “Taxi driver”, “Toro Salvaje” y “La última tentación de Cristo”), que a su vez adapta una novela de Joe Connelly, protagonizando el metraje un pasado de vueltas Nicholas Cage (cuarta colaboración con Scorsese), apoyado por secundarios mucho mejor que él, como Patricia Arquette, John Goodman, Ving Rhames y Tom Sizemore. En lo que pretende ser un acercamiento al espíritu de la pretérita scorsesiana “Taxi Driver”, hundiéndonos en las noches neoyorkinas, iluminadas por luces de neón, alejados del glamur de la urbe, sumiéndonos en el feísmo marginal de la trastienda de la ciudad, donde reina la violencia, el crimen, las drogas, donde pululan todo tipo de personajes al borde, desde dementes, indigentes, prostitutas, camellos, en lo que sugiere ser el purgatorio antesala al Averno. Alterna aciertos con taras, tramos inteligentes, con otros confusos, situaciones sugestivas, con otras aparatosas, actuaciones secundarias potentes, con un protagonista histriónico. Un relato que versa sobre la crisis existencial, sobre buscarle sentido a la vida, los sentimientos de culpa frente a las ansias de redención. Un deambular episódico en que cada noche del protagonista de guardia en la ambulancia es un una etapa espiritual.
Estamos en Manhattan, a principios de la década de 1990, Frank Pierce (Nicholas Cage) es un ajado paramédico de un hospital marginal, Nuestra Señora de la Misericordia Perpetua (apodo: Perpetual Misry), donde trabaja en el turno de noche en un equipo de ambulancia de dos hombres con varios socios diferentes. Frank no ha salvado a ningún paciente en meses y comienza a ver los fantasmas de los perdidos, especialmente una adolescente sin hogar llamada Rose, cuyo rostro aparece en los cuerpos de otros.
La primera noche Frank y su primer compañero Larry (John Goodman), un tipo flemático preocupado por comer más que por salvar vidas. Responden a una llamada de la familia de un hombre, Sr. Burke que ha sufrido un paro cardíaco. Frank se hace amigo de la angustiada hija de Burke, Mary (Patricia Arquette), una ex drogadicta. Frank descubre que Mary era amiga de la infancia con Noel (penoso Marc Anthony, al que tampoco ayuda una subtrama confusa), un adicto a las drogas con daño cerebral y delincuente que es frecuentemente enviado al hospital.
La segunda noche Frank es emparejado con su segundo compañero Marcus (Ving Rhames), excéntrico y religioso. Responden a la llamada de un hombre en un club gótico que ha sufrido un ataque al corazón. Frank diagnostica que, de hecho, padece una sobredosis de heroína causada por Muerte Roja. Cuando Frank le inyecta el antídoto al hombre, Marcus comienza un círculo de oración con los desconcertados asistentes al club. Frank y Marcus luego responden a una llamada de un joven puertorriqueño, cuya novia está dando a luz a gemelos a pesar de sus afirmaciones de que ambos son vírgenes, llamándolo un milagro.
El tercer turno nocturno, Frank está emparejado con su tercer compañero Tom Wolls (Tom Sizemore), entusiasta con tendencias violentas. Frank está empezando a perder la cabeza lentamente. La pareja de paramédicos es requerida para ir al piso de Cy Cliff Curtis), un traficante de drogas, donde ocurrió un tiroteo y se encuentra Cy empalado en una barandilla.
Film que tiene mucho de la imaginería de dos tipos tan marcados religiosamente como son Scorsese y Schraeder, creando un sin fin de alegorías más o menos claras o crípticas. Ya desde que la historia dura tres días, cual las tres jornadas que Jesús tardó en resucitar (hay un personaje que retuerce esta cronología a la inversa, spoiler); Hay resurrecciones de personas dadas pro muertas cual Lázaro revivido por el alter ego de Jesús; Personajes tumbados en la calle brazos en cruz; Hay una monja que altavoz en mano previene sobre la decadencia moral de nuestra sociedad, cual profeta gritando en lo alto de la montaña en un lugar ocioso y podrido; El segundo compañero del protagonista, Marcus, es un fanático cristiano; Hay una mujer llamada María (casualidad?) que va a dar a luz a la que su marido tilda de virgen (¿?); Hay un purgatorio de almas gobernado por rígidos guardianes (el guardia, o la doctora que discute con los pacientes); Hay un reflexivo y filosófico zen camello, Cy, que vende entradas al Paraíso en su apartamento llamado ‘Oasis’, aunque solo temporalmente, ello mediante drogas (“Amanecer S.A.”); También estos tres intensos días se pueden ver como especie de espiral en que los personajes van cayendo más y más en los círculos del Infierno de Dante; Alighieri también incorporó a su Divina Comedia al personaje de la mitología griega Caronte, el barquero que llevaba a las almas errantes a Hades (la morada de los muertos), pues la ambulancia protagonista puede ser claramente la barca y Frank Pierce, el mencionado remero que recoge las almas errantes para trasladarlas al particular Hades (el Hospital). También tiene mucho del film sueco de Victor Sjöström “La carreta fantasma” (1921), donde la carreta protagonista iba recogiendo las almas de los muertos, guiada esta por un tipo angustiado. Ello en una odisea en la que Frank atormentado (con mucho del Travis Bickle del Schraeder y Marty) intenta buscar sentido a su trabajo, busca ansiosamente la redención, purificarse en base a que el protagonista debe aceptar la muerte como parte de su trabajo, y del ciclo de la vida.
Frank Pierce es un tipo ajado, hastiado, cansado, insomne (no estoy describiendo a Travis Bickle), hace meses que no salva a ningún paciente en su trabajo de paramédico en una ambulancia con turno nocturno, sufre una crisis existencial, estando al borde la locura, ansia que su jefe lo despida, ahora se le aparecen los muertos que no salvó, epítome una asmática Rose,… (sigo en spoiler)
Estamos en Manhattan, a principios de la década de 1990, Frank Pierce (Nicholas Cage) es un ajado paramédico de un hospital marginal, Nuestra Señora de la Misericordia Perpetua (apodo: Perpetual Misry), donde trabaja en el turno de noche en un equipo de ambulancia de dos hombres con varios socios diferentes. Frank no ha salvado a ningún paciente en meses y comienza a ver los fantasmas de los perdidos, especialmente una adolescente sin hogar llamada Rose, cuyo rostro aparece en los cuerpos de otros.
La primera noche Frank y su primer compañero Larry (John Goodman), un tipo flemático preocupado por comer más que por salvar vidas. Responden a una llamada de la familia de un hombre, Sr. Burke que ha sufrido un paro cardíaco. Frank se hace amigo de la angustiada hija de Burke, Mary (Patricia Arquette), una ex drogadicta. Frank descubre que Mary era amiga de la infancia con Noel (penoso Marc Anthony, al que tampoco ayuda una subtrama confusa), un adicto a las drogas con daño cerebral y delincuente que es frecuentemente enviado al hospital.
La segunda noche Frank es emparejado con su segundo compañero Marcus (Ving Rhames), excéntrico y religioso. Responden a la llamada de un hombre en un club gótico que ha sufrido un ataque al corazón. Frank diagnostica que, de hecho, padece una sobredosis de heroína causada por Muerte Roja. Cuando Frank le inyecta el antídoto al hombre, Marcus comienza un círculo de oración con los desconcertados asistentes al club. Frank y Marcus luego responden a una llamada de un joven puertorriqueño, cuya novia está dando a luz a gemelos a pesar de sus afirmaciones de que ambos son vírgenes, llamándolo un milagro.
El tercer turno nocturno, Frank está emparejado con su tercer compañero Tom Wolls (Tom Sizemore), entusiasta con tendencias violentas. Frank está empezando a perder la cabeza lentamente. La pareja de paramédicos es requerida para ir al piso de Cy Cliff Curtis), un traficante de drogas, donde ocurrió un tiroteo y se encuentra Cy empalado en una barandilla.
Film que tiene mucho de la imaginería de dos tipos tan marcados religiosamente como son Scorsese y Schraeder, creando un sin fin de alegorías más o menos claras o crípticas. Ya desde que la historia dura tres días, cual las tres jornadas que Jesús tardó en resucitar (hay un personaje que retuerce esta cronología a la inversa, spoiler); Hay resurrecciones de personas dadas pro muertas cual Lázaro revivido por el alter ego de Jesús; Personajes tumbados en la calle brazos en cruz; Hay una monja que altavoz en mano previene sobre la decadencia moral de nuestra sociedad, cual profeta gritando en lo alto de la montaña en un lugar ocioso y podrido; El segundo compañero del protagonista, Marcus, es un fanático cristiano; Hay una mujer llamada María (casualidad?) que va a dar a luz a la que su marido tilda de virgen (¿?); Hay un purgatorio de almas gobernado por rígidos guardianes (el guardia, o la doctora que discute con los pacientes); Hay un reflexivo y filosófico zen camello, Cy, que vende entradas al Paraíso en su apartamento llamado ‘Oasis’, aunque solo temporalmente, ello mediante drogas (“Amanecer S.A.”); También estos tres intensos días se pueden ver como especie de espiral en que los personajes van cayendo más y más en los círculos del Infierno de Dante; Alighieri también incorporó a su Divina Comedia al personaje de la mitología griega Caronte, el barquero que llevaba a las almas errantes a Hades (la morada de los muertos), pues la ambulancia protagonista puede ser claramente la barca y Frank Pierce, el mencionado remero que recoge las almas errantes para trasladarlas al particular Hades (el Hospital). También tiene mucho del film sueco de Victor Sjöström “La carreta fantasma” (1921), donde la carreta protagonista iba recogiendo las almas de los muertos, guiada esta por un tipo angustiado. Ello en una odisea en la que Frank atormentado (con mucho del Travis Bickle del Schraeder y Marty) intenta buscar sentido a su trabajo, busca ansiosamente la redención, purificarse en base a que el protagonista debe aceptar la muerte como parte de su trabajo, y del ciclo de la vida.
Frank Pierce es un tipo ajado, hastiado, cansado, insomne (no estoy describiendo a Travis Bickle), hace meses que no salva a ningún paciente en su trabajo de paramédico en una ambulancia con turno nocturno, sufre una crisis existencial, estando al borde la locura, ansia que su jefe lo despida, ahora se le aparecen los muertos que no salvó, epítome una asmática Rose,… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... especie de personificación de los fantasmas de la culpa, en un momento dado dice "Siempre tuve pesadillas, pero ahora los fantasmas no esperaban a que me durmiera", "Después de un tiempo, llegué a comprender que mi vida consistía menos en salvar vidas que en dar testimonio", "Era una fregona de la pena. Era suficiente que simplemente apareciera". Estas frases demuestran una buena escritura con hondura psicológica. Lástima que Nicholas Cage de vida de un modo tan sobreactuado al personaje, divagando entre la esquizofrenia, la paranoia, y la bipolaridad, me es chirriante.
Vivimos noches que parecen no acabar, recordando a aquella comedia juguetona de Marty, “After hours” (1985), donde el día apenas se ve, parecemos estar sumidos en la antesala del Infierno. Allí se suceden las escenas cual viñetas, con mucho de irregular, pero con picos potentes, como son las dos neurálgicas visitas al apartamento del introspectivo traficante Cy, los divertidos ententes entre Frank y su jefe, los roba-escenas maravillosos John Goodman, como afectado por la gula, el radical religioso encarnado con poderío por Ving Rhames, y el rol de psicótico de Tom Sizemore, un trío arrollador, también es bueno el clímax con Frank y el hombre que resucitó al inicio en el hospital (spoiler);…
…Pero anclados por los valles: Un ritmo que se acelera y se frena de modo brusco con cada aparición del rol encarnado por Patricia Arquette, un romance exento de poder emocional alguno, con un personaje de ella fuera de lugar, la pareja en la vida real estaban juntos, pero esta química no es trasladada a la pantalla, un contrapeso, que anhelamos salga para adentrarnos de nuevo en esas “Noches de Cabiria” neoyorkinas; No se explica el porqué de las apariciones que sufre Frank del fantasma de Rose, no se sabe que la hacía especial para ser ella y no otra, qui´zas esto se perdió en la mesa de edición, pero habría dado fondo a esta sub-historia, que así queda muy huérfana; Tampoco se sabe que pinta la sub-historia del demente encarnado por Marc Anthony, un dislate que no despierta la mínima empatía, ser irritante y claramente eliminable; Es un relato que discurre a machetazos, con parones, además Scorsese ha contado relatos sobre la culpa y la redención mucho más sólidos; Hay demasiados personajes farfolla, y no se aprovechan los más ricos en sustancia como Cliff Curtis encarnando con un carisma extraordinario el camello filósofo, o a la médico cínica (Mary Beth Hurt) que recibe a sus pacientes con una reprimenda ("Por qué deberíamos ayudarte? Te vas a ir de aquí y te emborracharás de nuevo").
La puesta en escena es propia de una producción scorsesiana, empezando por el gran diseño de producción del italiano tri-oscarizado Dante Ferretti (siempre con Marty), paseándonos por un Manhattan feista, asqueroso, el patio trasero del supuesto glamour de la gran manzana; Todo esto enaltecido por la espléndida cinematografía de otro tri-oscarizado como Robert Richardson (“Kill Bill” o “Shuter Island”), proyectando un Manhattan al filo del abismo, mugriento, dominado por la semi-oscuridad, por las sombras, las luces de neón, los contraluces, con tomas singulares en plan subjetivo desde la ambulancia, iluminando los rostros de modo peculiar para ofrecer más sensaciones; Ayudando la febril edición de otra más tri-oscarizada Thelma Schoonmaker (la de siempre con Marty); Como casi siempre en Scorsese en el apartado musical saca relucir su particular Jukebox, incluyendo temas de Van Morrison, The Clash, Frank Sinatra, The Who, UB40, R.E.M, Stevie Wonder, 10,000 Maniacs, Neil Diamond y Marc Anthony.
En conjunto me queda una desequilibrada película, pero con apreciables picos de calidad que la hacen recomendable. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/08/al-limite.html
Vivimos noches que parecen no acabar, recordando a aquella comedia juguetona de Marty, “After hours” (1985), donde el día apenas se ve, parecemos estar sumidos en la antesala del Infierno. Allí se suceden las escenas cual viñetas, con mucho de irregular, pero con picos potentes, como son las dos neurálgicas visitas al apartamento del introspectivo traficante Cy, los divertidos ententes entre Frank y su jefe, los roba-escenas maravillosos John Goodman, como afectado por la gula, el radical religioso encarnado con poderío por Ving Rhames, y el rol de psicótico de Tom Sizemore, un trío arrollador, también es bueno el clímax con Frank y el hombre que resucitó al inicio en el hospital (spoiler);…
…Pero anclados por los valles: Un ritmo que se acelera y se frena de modo brusco con cada aparición del rol encarnado por Patricia Arquette, un romance exento de poder emocional alguno, con un personaje de ella fuera de lugar, la pareja en la vida real estaban juntos, pero esta química no es trasladada a la pantalla, un contrapeso, que anhelamos salga para adentrarnos de nuevo en esas “Noches de Cabiria” neoyorkinas; No se explica el porqué de las apariciones que sufre Frank del fantasma de Rose, no se sabe que la hacía especial para ser ella y no otra, qui´zas esto se perdió en la mesa de edición, pero habría dado fondo a esta sub-historia, que así queda muy huérfana; Tampoco se sabe que pinta la sub-historia del demente encarnado por Marc Anthony, un dislate que no despierta la mínima empatía, ser irritante y claramente eliminable; Es un relato que discurre a machetazos, con parones, además Scorsese ha contado relatos sobre la culpa y la redención mucho más sólidos; Hay demasiados personajes farfolla, y no se aprovechan los más ricos en sustancia como Cliff Curtis encarnando con un carisma extraordinario el camello filósofo, o a la médico cínica (Mary Beth Hurt) que recibe a sus pacientes con una reprimenda ("Por qué deberíamos ayudarte? Te vas a ir de aquí y te emborracharás de nuevo").
La puesta en escena es propia de una producción scorsesiana, empezando por el gran diseño de producción del italiano tri-oscarizado Dante Ferretti (siempre con Marty), paseándonos por un Manhattan feista, asqueroso, el patio trasero del supuesto glamour de la gran manzana; Todo esto enaltecido por la espléndida cinematografía de otro tri-oscarizado como Robert Richardson (“Kill Bill” o “Shuter Island”), proyectando un Manhattan al filo del abismo, mugriento, dominado por la semi-oscuridad, por las sombras, las luces de neón, los contraluces, con tomas singulares en plan subjetivo desde la ambulancia, iluminando los rostros de modo peculiar para ofrecer más sensaciones; Ayudando la febril edición de otra más tri-oscarizada Thelma Schoonmaker (la de siempre con Marty); Como casi siempre en Scorsese en el apartado musical saca relucir su particular Jukebox, incluyendo temas de Van Morrison, The Clash, Frank Sinatra, The Who, UB40, R.E.M, Stevie Wonder, 10,000 Maniacs, Neil Diamond y Marc Anthony.
En conjunto me queda una desequilibrada película, pero con apreciables picos de calidad que la hacen recomendable. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/08/al-limite.html