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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia. Drama Tres jóvenes amigos, Joe (Nick Robinson), Patrick (Gabriel Basso) y el excéntrico Biaggio (Moises Arias), hartos de la sobreprotección de sus padres, deciden independizarse y empezar una vida salvaje sin adultos al margen de la sociedad. Deciden vivir en una cabaña perdida en el bosque, según sus normas, acorde con sus principios y en plena libertad. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2018
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167/05(09/08/18) Sugestiva, divertida, aunque inocua e irregular dramedia en el debut en la dirección cine de Jordan Vogt-Roberts (había dirigido televisión), y también ópera prima del guionista Chris Galletta en una producción con claro sello indie. Una a ratos turbadora aventura iniciática, un penetrante estudio del fin de la inocencia que provoca el despertar de la madurez, ello teniendo de protagonistas a unos jóvenes desorientados y sin referentes morales en los que apoyarse, donde la brecha generacional con los padres es un muro de incomunicación y charlas de besugos, decidiendo los adolescentes crear su propio mundo idílico idealizado cual cuento de hadas será en medio del bosque donde construyan esta Utopía. Estos jóvenes chocarán de bruces contra el Edén emancipador de sus mentes, donde todo lo preestablecido con ellos chocará con la realidad, la amistad, la rebeldía, el primer amor, algo como alimentarse, todo esto se verá afectado en esta odisea entre lo físico y lo existencial. Su hilo argumental dista de ser original, pero sabe dar un aseado moderno a la propuesta de hijos rebotados de sus progenitores que en el tránsito se dan de bruces con la realidad, fabulas de amistad con efluvios a “Stand by me” (1986), a “Son of Rambow” (2007), habiendo asimismo efluvios a “El Señor de las Moscas” en miscelánea con el surrealista film “Swiss Army Man” (2016), destacando la estimable realización del director, que da fluidez narrativa, mezclando situaciones de forma atractiva, con unas buenas actuaciones, con personajes tridimensionales, destacando el secundario Biaggio, un tremendo roba-escenas merecedor de un spin-off, diálogos inteligentes con sustancia, moviéndose por escenarios evocadores por su poder de mitificar los quimeras. Quizás se le puede achacar cierta falta de hondura dramática y no quedarse en la superficie, siendo previsible en mucho de lo que sucede, ello reforzado por un final algo sentimental, sin arriesgar, siendo acomodaticio, hace que pierda fuelle.

Sigue a su protagonista huérfano de madre de 15 años, Joe (Nick Robinson), en su decisión de escapar del hogar paterno, Frank (Nick Offerman), para instalarse junto a dos amigos, alienados como él, Patrick (Gabriel Basso) y Biaggio (Moisés Arias), en una casa construida por ellos mismos en mitad del bosque. Allí, establecerán sus propias reglas y vivirán lejos del control familiar.

El centro del relato es esa etapa de la adolescencia donde el abismo hacia la adultez está cercano, donde las ansias de libertad y de cortar las ataduras impuestas por la obediencia de vida a los padres, las ganas de emanciparse, de hacerse dueños de sus propios destinos, de establecer sus propios códigos de conducta, pero este salto impulsado por la rebeldía propia de estas edades, no poseen pies sólidos, más bien unas patas de barro, el ser una persona libre, implica también deberes, es una fantasía bucólica de todo adolescente el crear su propio cosmos (de reminiscencias a Tom Sawyer), y para hacerlo más evocador nada mejor que un bello bosque junto a un río, y allí establecer una “república” Juvenil en comunión con la naturaleza con tus propios amigos, qué más da que esta querencia se tope con la inocencia de la adolescencia, por mucho que se crean mayores, esto remarcado en detalles como el tobogán en medio de la cabaña, o que estén a apenas unos cientos de metros de la civilización (epítome es el KFC al otro lado de la carrera).

El film expone a una sociedad impermeable a la comunicación con sus generaciones pretéritas, neurótica, impasible, adormecida, y en algún caso caricaturizada (los padres de Patrick el policía novato), donde los adolescentes se sienten desubicados, chicos en busca de una identidad, para estos imberbes (por mucho bigotito de Joe) el enemigo a sus frustraciones, su chivo expiatorio son los padres, que creen les cortan las alas. Vogt-Roberts desarrolla la historia con frescura y talento, con fluidez, con lirismo visual, insuflando al espectador sentido nostálgico que nos retrotrae a esta época de nuestras vidas, donde los conflictos paterno-filiales eran constantes, donde se produce el primer amor, el primer desamor, los celos, donde se hacen castillos emocionales de simples naderías.

El humor brota pro las actuaciones, por el modo de comportarse de los personajes, desde el flemático padre de Joe, los guiñolescos padres de Patrick, o la pareja de policías torpones a cargo de la búsqueda, pero sobre todo por el resplandeciente Biaggio y su sorprendente rol que confunde un dolor con ser homosexual.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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