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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
7,6
17.414
Animación. Drama. Comedia Emilio y Miguel, dos ancianos recluidos en un geriátrico se hacen amigos. Emilio, que padece un principio de Alzheimer, cuenta inmediatamente con la ayuda de Miguel y otros compañeros que tratarán de evitar que vaya a parar a la planta de los desahuciados. Su disparatado plan tiñe de humor y ternura el tedioso día a día de la residencia, pues para ellos acaba de empezar una nueva vida. Largometraje de animación 2D para adultos, basado ... [+]
1 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
234/38(27/07/20) Sorprendente film de animación que me ha calado en su poder de hacerme pensar, de ponerme frente al triste paredón del triste futuro que a casi todos (no estamos libres de contingencias) nos espera, abocados por ley de vida a la ‘puta’ vejez, antesala de nuestra mortalidad inexorable, el cuasi-epílogo del libro de nuestra vida, esto con un tratamiento en el largometraje sin caer en sentimentalismos fáciles, nos reconstruye el día a día de una melancólica odisea en un cuasi-desguace de seres humanos, un geriátrico. En la dirección está en su ópera prima el animador Ignacio Ferreras (trabajó en la producción gala realizada por Sylvain Chomet “El ilusionista”, nominada al Oscar), basándose en la novela gráfica de Paco Roca El autor, Premio Nacional del Cómic en 2008 por este trabajo, versando sobre una amistad en una residencia de ancianos donde los ancianos intentan sortear como pueden el muro representado por el Alzheimer. Obra que otorga una tremenda dignidad y humanidad a los personajes, los vemos cercanos tanto que duele su periplo angustioso lleno de sin sabores, pero que ellos intentan hace liviano, ello evitando el simplista melodrama, muestra la crudeza de estas edades pero no cae en lo lacrimógeno, entrando con mimo y sutilidad en la dureza de la pérdida de memoria, como va unida a la degradación moral y existencial, con ramificaciones hacia la eutanasia. Una trémula dramedia, realizada con ternura, matices, y un agradable sentido del humor, creando un estado de naturalidad que contribuye a conmoverte, con recursos tan estremecedores son el brutal significado de unas escaleras al piso superior. Todo esto potenciado por un diseño del dibujo sencillo, parco en detallismo, pero si con una gran expresividad en el lenguaje expresivo y gestual de los personajes, en su modo de caminar, de mirar, de sonreír, donde no faltan los momentos oníricos, donde se juega con lo real y lo fantasioso, con flashback maravillosos (el del niño que atrapa la nube para su amada es estremecedor), con un manejo de las elipsis poético, hasta desembocar en un final trémulo, uy sumado a un acompañamiento musical de Nani García muy sensible. El productor Manuel Cristóbal, rechazó ofertas para hacerla con actores reales, "porque hubiera perdido la magia".

Narra la enternecedora amistad que se establece entre Emilio y Miguel, dos ancianos que viven recluidos en un geriátrico. Emilio trabajó en un banco en sus años jóvenes y consiguió tenerlo todo en la vida (dinero, una familia perfecta), pero los achaques propios de la edad y un incipiente Alzheimer hace que su hijo, incapaz de cuidarlo como necesita, le interne en dicho centro. Miguel es un simpático y pícaro argentino que comparte habitación con Emilio, ayudándole a integrarse a la rutina de la vida entre esas cuatro paredes. Allí conocerá a una nutrida fauna de ancianos –Antonia, que guarda todas las porciones de mantequilla o mermelada del desayuno para regalárselas a su nieto cuando acude de visita; Dolores y Modesto, un matrimonio en el que él sufre un Alzheimer avanzado y requiere los constantes cuidados de su esposa; Ramón “el locutor”, que sólo hace repetir continuamente las palabras que oye; Doña Sol, una octogenaria que vive esperando que su familia vuelva a llevársela de allí; o la señora Rosario, siempre sentada junto a la ventana, inmersa en la fantasía de que viaja a bordo del Orient Express rumbo a Estambul– y descubrirá que la mayor preocupación de todos es no pasar al piso de arriba, donde se encuentran los residentes que no se pueden valer por sí mismos.

Tiene un ágil y punzante inicio, donde vemos a un director de banco, Emilio, discutiendo con unos clientes, pero de pronto la imagen del despacho torna a una comida familiar donde vemos que el director es en realidad un anciano con principio de senilidad. Entonces parece que ha colmado a su hijo que decide ante la imposibilidad de lidiar con su enfermedad lo recluye en un geriátrico. Allí Emilio se adentra en un mundo deprimente de personas en el umbral del fin de sus días. Emilio trabará amistad con el vivaracho compañero de cuarto, Miguel, un argentino optimista que intenta disfrutar de lo que le da la vida en esta residencia. Emilio y Miguel son dos caras de la vejez, con el primero seguiremos gradualmente su descenso a la demencia, donde su familia lo ha abandonado, él intenta impedir lo inevitable. Miguel es un tipo jovial, pícaro, aventurero, inquieto, que intenta ayudar en lo que puede a Emilio, con momentos que nos retrotraen a lo escolar con las chuletas y soplar respuestas. Residencia donde somos testigos de la locura, del sacrificio por amor, del desencanto, y sobre todo de los estragos del paso lapidario del tiempo.

La película deriva en un lento y terrorífico descenso al Averno de la mente, mezclando lo caustico con la tragedia, el humor con el patetismo, donde poco a poco nuestro cerebro nos va dejando para convertirnos en triste carne con ojos y boca. Un trasto que la sociedad ha reciclado en su patio trasero, olvidándolo entre las telarañas del pasado. Es una travesía por intentar atrapar lo poco que nos queda, el intentar sostener el agua (recuerdos) entre nuestros dedos y esta se escurre sin remedio. Donde incluso en este purgatorio melancólico hay niveles, siendo el portal de la muerte ese aterrador piso superior. Todo un entrañable metraje regado de momentos cómicos entre el humor negro y el enternecedor, sazonado con una epidérmica nostalgia, siendo el culmen esa sub historia de porque una anciana Loli, llama “tramposo” a su vegetativo esposo Modesto, un tramo de una evocación y emoción sublimes en ese campanario traspasado por unas nubes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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