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Voto de Neathara:
7
7,1
56.365
Thriller. Drama. Intriga
Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables. (FILMAFFINITY)
El desafío de Spielberg o cómo opinar sobre el conflicto judeo palestino sin tratar de tomar partido
14 de octubre de 2008
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas, como "Munich" que en realidad no son películas. Son manifiestos, documentos, informes o ideologías, pero están despojadas de los adornos más elementales y su única pretensión es la de obligar al espectador a conjugar el tiempo presente del verbo pensar.
En esta ocasión, y tras la catarsis personal que supuso "La lista de Schindler", Spielberg se desafía a sí mismo a la objetividad en el eterno conflicto palestino-israelí que viene a ser como una ley del Talión elevada a la enésima potencia. A la manera de un Costa-Gavras de altísimo presupuesto, el director americano cuenta con el carnal Eric Bana (el secundario más potente de los últimos años) como protagonista de una odisea de venganza tras los atentados ocurridos en los Juegos Olímpicos de Munich y le acompaña de una colección de partenaires ideológicamente divergentes, entre ellos Geoffrey Rush (siempre grande), Matthieu Kassovitz -el dependiente que enamoraba a "Amelie"- Ciáran Hinds, Valeria Bruni Tedeschi o el futuro Bond, Daniel Craig. Todos estos personajes participarán, cada uno a su manera, de un toma y daca histórico que les llevará a la frustración, a las dudas, a la muerte y a la paranoia.
El acertadísimo uso de una fotografía e iluminación idéntica a la de las películas de los setenta -década gloriosa en lo que al thriller político se refiere-, el excelente guión, el ritmo trepidante y los logrados personajes confieren a este filme un valor que va más allá del mero entretenimiento de masas y consigue la difícil proeza de tratar sobre un tema muy candente sin recurrir al posicionamiento moral, ético o partidista.
En esta ocasión, y tras la catarsis personal que supuso "La lista de Schindler", Spielberg se desafía a sí mismo a la objetividad en el eterno conflicto palestino-israelí que viene a ser como una ley del Talión elevada a la enésima potencia. A la manera de un Costa-Gavras de altísimo presupuesto, el director americano cuenta con el carnal Eric Bana (el secundario más potente de los últimos años) como protagonista de una odisea de venganza tras los atentados ocurridos en los Juegos Olímpicos de Munich y le acompaña de una colección de partenaires ideológicamente divergentes, entre ellos Geoffrey Rush (siempre grande), Matthieu Kassovitz -el dependiente que enamoraba a "Amelie"- Ciáran Hinds, Valeria Bruni Tedeschi o el futuro Bond, Daniel Craig. Todos estos personajes participarán, cada uno a su manera, de un toma y daca histórico que les llevará a la frustración, a las dudas, a la muerte y a la paranoia.
El acertadísimo uso de una fotografía e iluminación idéntica a la de las películas de los setenta -década gloriosa en lo que al thriller político se refiere-, el excelente guión, el ritmo trepidante y los logrados personajes confieren a este filme un valor que va más allá del mero entretenimiento de masas y consigue la difícil proeza de tratar sobre un tema muy candente sin recurrir al posicionamiento moral, ético o partidista.