Una historia sencilla ejecutada con maestría y tacto en cinco minutos. El cuidado elemental de los paisajes, el trato sensible de los objetos y la delicadeza conmovedora de los gestos son aspectos que dignifican la tradición sintoísta, en la que se inspira y enmarca la obra. Destacándose por encima de otras que tratan de recrear la estética oriental sin entender su sentido ni comprender su pulso.
Combina bellas ilustraciones en 2D con animación CGI, para dividir pasado y presente. El trabajo de la luz y los colores consiguen crear una atmosfera vívida hasta su conclusión. Todo el corto se resume en una epifanía sensitiva, un encuentro que implica una despedida con la sutileza de un haiku.
spoiler:
Una oración
al candor de las velas
se quema incienso.
Triste memoria
tu peineta quebrada
tatami en sombras.
Mensaje en tinta
a la luz de la estancia
marcho a tu encuentro
Cruzo las aguas
bajo el sol de poniente
la puerta Torii.
Un puente rojo
las rosas se desprenden
ya puedo verte...