Agradable y blanca serie televisiva centrada en el negro mundo de los abogados elitistas y la política más rancia.

Pensada y dirigida principalmente a un público femenino y familiar a través de su protagonista Alicia Florrick (Julianna Margulies), los hermanos Tony y Ridley Scott producen un producto que solo tiene en mente distraer sin preocupar, lo cual no solo es lícito sinó también necesario.

En él se ponen al día los viejos clichés centrados en el papel de la mujer en el trabajo, en el matrimonio, su libertad sexual, emocional y todo tipo de cuestiones más o menos prácticas de nuestro entorno actual. Así, se abordan todos los temas morales y organizativos que tanto preocupan a los americanos tener claros: los límites de la ambición, los derechos civiles, las nuevas estructuras familiares, etc., etc. Plásmandolos en pantalla se legitiman ciertas posturas ante toda la sociedad y se da un paso adelante. No seré yo quien ponga en duda su objetivo.

El resultado es una serie pulcra, un punto histriónica, sin matices sutiles y complicados, y con interpretaciones competentes, aunque asentándose en el cómodo tópico sin más. Las buenas intenciones iniciales van dando paso a la incongruencia, el brochazo gordo y lo totalmente inverosímil con el paso de los episodios y las temporadas.

Para pasar la tarde con el cerebro agradablemente puesto en pausa.