Un abogado acepta un caso que se complicará más de lo que se podría imaginar.
Trama judicial con un argumento sólido y absorbente, que presenta un caso relacionado con el asesinato de una prostituta por el que incriminan a un joven millonario como posible culpable.
Lo que inicialmente se presenta como el clásico argumento judicial, la historia esta repleta de giros arguméntales y buenas dosis de sesiones jurídicas, que no excluyen momentos de acción y suspense.
Cuenta en el papel principal con Matthew McConaughey que dota a su personaje de un aire intelectual a la vez que arrogante, que le permite ofrecer sus dotes como interprete.
Un punto flaco del argumento es el desarrollo del personaje principal y los vínculos que tiene con el resto de personajes, sin quedar bien desarrollados y donde en algunos casos, únicamente sirven para buscar soluciones a algunos problemas.
La reconstrucción de los hechos que rodearon al crimen de la prostituta quedan bien presentados y las indagaciones y planteamientos que maneja el abogado se siguen con interés.
La ambigüedad de algunos personajes ofrece a la trama la posibilidad de manejar el suspense, ofreciendo un juego intelectual y de anticipación entre abogado y cliente que bordea los limites legales.
El caso coloca al abogado en una situación que le obliga a jugar sus bazas en el límite de la legalidad, para salir airoso del dilema profesional en el que se encuentra.
En resumidas cuentas nos encontramos ante una trama judicial coherente y de calidad, con un estilo visual moderno, llena de suspense y giros arguméntales que harán que no se disperse la atención por lo que esta ocurriendo.