Acuciado además por los resoplidos del resto de mi familia que de esa manera me hacían llegar su crítica por haberla elegido para pasar la velada.

¿Es previsible? Sí y no. Sí porque es evidente la esquizofrenia paranoide de la protagonista casi desde la mitad en adelante. No porque nos tienen acostumbrados tristemente a extraños giros para terminar de desconcertarnos tras haber hilado lógicamente un argumento tan sólo en pos de un efecto demoledor que lo único que consigue las más de las veces es invalidar el resto de la historia precedente.

Ariadna muy bien aunque ligeramente sobreactuada. Jordi ni fu ni fa...con lo que ha sido este actor en el pasado y los buenos ratos que me ha hecho pasar.
Los niños correctos.

Se hace larga porque el único sostén de la peli es Ariadna y su enfermedad que le hace vivir una realidad personal no compartida por los demás -ni siquiera el espectador- y claro, llenar todo el metraje de nadas es complicado por mucha musiquita efectista y felinos ocupas que se pongan.
¿Se podría haber contado más rápido? Pues igual no, porque de forma más breve no se habría contado con el tiempo suficiente para desarrollar los devenimentos y alcanzar el punto álgido necesario para el desenlace final -por cierto un poquillo cutre e inverosímil la escena final de la piscina (ver spoiler)- que nos da la razón o no según nuestra apuesta durante el transcurso.

No es una peli que yo volvería a ver. Ni creo que quede en la memoria de la mayoría que la visionaron más que como un recuerdo regular o falto de aliciente.

Un saludo.