Siguiendo la estela cómica de su anterior film, que se convertiría en el principal estilo de la comedia durante sus primeros años de carrera cinematográfica, Woody Allen se dispuso a realizar una comedia donde tocaría temas como la libertad de expresión y la toma de poder, por supuesto, dentro del estilo que el genio del humor nos tiene acostumbrados.

“Bananas” no goza la calidad e ingeniosidad cómica que gozarían los futuros films de Allen, pero es un hecho de que cada vez se hace más visible el camino que seguirá en realizador, con situaciones cómicas que rozarían lo absurdo y con ingeniosos, dinámicos y atrevidos diálogos. Esta cinta es ya una muestra del poderío de Allen, pese a que aún está por desarrollarse.

Ya des del principio de la cinta, somos testigos de las influencias de Allen (el homenaje a Chaplin en “Tiempos Modernos”), que se harían muy patentes en sus films. El personaje que interpreta el director, ya muestra el prototipo de persona vulgar y corriente que Allen siempre retrata y ya es de lo más irónico e histriónico.

Podría decirse que en este film ya encontraremos los típicos ingredientes de una comedia de Woody Allen, sólo que éstos aún no están lo suficientemente trabajados por la falta de experiencia del neoyorquino. Pese a ese hecho, la película contiene momentos humorísticos absolutamente buenos y con mucha substancia, dignos de la comedia que roza niveles totalmente absurdos.