Buena película de Akira Kurosawa, aunque tan pausada como todas las suyas (se podría haber rodado perfectamente con veinte o treinta minutos menos de duración). Ofrece un retrato magistral del Japón feudal a la par que se atreve con una auténtica tragedia "shakesperiana", narrada además de manera muy correcta y profundizando en el perfil de cada personaje. No obstante, a mí me sobra el bufón por mucho papel que se le otorgue y quizá tanto proverbio y poesía nipona.
Sin embargo, reconozco que hay una escena que me gustó bastante (ver spoiler)
Mi nota: 7,2