Ya hacía tiempo que nos llegó un susurro con este posible estreno... un fuerte estremecimiento recorrió nuestros cuerpos... ¿Qué sería ahora de Freddy? ¿A que múltiples paripés lo atarían? Mis pensamientos fueron a mil... hasta que sin pena ni gloria dejé de pensar en ello. No fue hasta ayer leyendo una revista, que me acordé de este "estreno". Ni corto ni perezoso me planté en el cine a sabiendas de la historia que iba a ver, a sentir... uno de los carniceros más sádicos de nuestro cine de terror (Jason, lo siento pero él siempre ha sido mi preferido), que quien más o menos se acuerda de su monstruoso rostro, su característico ruido (como Eduardo Manostijeras)... escenas irrepetibles de difuntas dentro de bolsas de cadávares como Madonnas italianas... las bocas de las cuales son manatiales por donde salen escolopendras... moquetas que se convierten en rios de sangre. etc. De nuevo se realiza un film que no es más que un homenaje a Fred, el carnicero de los '80, quien sembró el miedo y el insomnio entre los jóvenes (y no tan jóvenes).

Como vengo diciendo, es lo mismo que en todas sus entregas, actores más o menos acertados en su trabajo, escenas oníricas ( o no- de verdad consiguen meterte en el sueño) muy bien trabajadas, repetición de planos de otras entregas... famosa es la escena pseudoerótica/gore de la mano de las cuchillas saliendo de la bañera mientras la protagonista está dormitando en el agua; niños que se aparecen, muertes sorprendentes... guiños que se repiten hasta la saciedad... al fin y al cabo.

Se nota también cierto regustillo de gusto por lo sádico, que de verdad, desde aqui nos gusta;ya está bien de mojigaterías de adolescentes (aunque en el film los protagonistas lo sean). Incluso a veces te dan sobresaltos! (no sé si era que estaba emocionado o de verdad lo daba).

A parte de alguna pifia espacio-temporal, de algun fallo de raccord (la sangre de la camiseta no puede cambiar porque sí de una escena a otra: de estar empapado en sangre a un simple gotelé), de efectos especiales un tanto arcaicos (recordemos la aparición de Freddy detrás del papel pintado de la casa)... no hay nada criticable en sí... excepto ¡EL PROPIO FREDDY! ¡Por favor! ¡Porqué no han mantenido sus facciones con el nuevo actor! De verdad, en algunas secuencias da más risa que miedo, lo han vulgarizado en algunas escenas tanto que no parece el Freddy sangriento de los '80... ahora más bien es un viejo verde al que le gusta el sado... su cara parece más bien resultado de los corticoides y un transplante de cara del Dr. Joan Pere Barret que no el rostro de un ser humano quemado vivo... en fin Freddy pasó a mejor vida... RIP.

A pesar de todo esto, si queréis pasar un buen rato id al cine a verla... se deja ver.

Solamente puedo decir... Felices pesadillas!