Siempre digo que las peliculas malas hay que verlas para diferenciarlas del resto (que no son muchas desgraciadamente) y este es un claro ejemplo. La formula que tan bien funciono con la exitosa trilogia de Batman ha chocado en esta ocasion con un muro de acero. El papel de Superman no se presta a realizar una busqueda interior del personaje en cuestion(no es el caso de otros superheroes), y menos de una forma tan incompleta. La pelicula nos brinda unas interpretaciones insulsas y un espectaculo pirotecnico mas que visto que sorprendera a los quinceañeros pero que aburrira al resto.

Lo mejor es que Christopher Reeve mantiene, afianza y engrandece su trono como autentico hombre de acero y no necesita de musculos sobredimensionados para darle credibilidad al papel.
Finalmente señalar el flaco favor que les hace a los señores Nolan y Zimmer que sus nombres se relacionen con semejante pelicula.

Un intento inutil, fallido y casi desagradable de mejorar la inolvidable Superman de 1978 con la formula de El Caballero Oscuro cuyo resultado es tan desastroso como comercial. Una autentica pena.