Agregar chistes en momentos de exposición, tensión o drama para quienes sólo pueden disfrutar películas de esa manera es una patente exitosa de Marvel. Les funciona porque, en general, lo hacen de maravillas. A veces con chistes malos, pero siempre con genial timing.

Bueno, así llegamos a esta porquería de intento de película de ¿espionaje? Apenas hay espionaje. ¿Misiones imposibles? Bueno, sí técnicamente. Pero si es que apenas se le pueden llamar misiones. No hay detalle y calidad en ellas. Por momentos no son más que improvisaciones de Ethan Hunt y su grupo de agentes. Cero tensión por el gran plan elaborado ya que no hay grandes planes elaborados sino más bien una serie interminable de complicaciones a resolver de manera random y a la fuerza. La escritura de esta película apesta a incapacidad. Como es muy difícil escribir esas malditas misiones de manera interesante y compleja, se las reemplaza con chistes que no vienen ni de casualidad a cuento (al menos no en esta cantidad) en una película supuestamente seria de espionaje, pero menos aun en esta saga, que no se caracterizó por el humor.

Una, por momentos espectacular, basura de película de espionaje.