Haz click aquí para copiar la URL
Indonesia Indonesia · Almayer
Voto de bukephalos:
6
Drama. Romance Al descubrir que su marido tiene una amante, Yeon decide visitar a un preso desconocido cuyos continuos intentos de suicidio han sido noticia en la televisión. Chen se queda sorprendido cuando Yeon vuelve a visitarle pero, poco a poco, el preso se abre a la mujer. Yeon le dice a su marido que tiene a otro y éste, celoso, le sigue a la cárcel prohibiéndole que vuelva a ver a Chen. Pero Yeon y Chen están mucho más unidos de lo que cree su marido... (FILMAFFINITY) [+]
13 de mayo de 2008
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Breath funciona en las elipsis. Kiduk entiende los mecanismos narrativos, de modo que no se ve en la necesidad de explicar todos y cada uno de los detalles o razones, pero aún así juega con la aparición de dichos sujetos, confiriéndoles una importancia en el binomio ficción-verosimilitud. No voy a entrar a juzgar si me parece posible algo así, por dos razones obvias, primero porque las discusiones sobre ficción-realidad son más ajadas que el morir y por lo tanto me aburre solemnente entrar al trapo, y segundo y más importante, es porque de un modo wildeano, Corea es un país que no conozco personalmente o, mejor dicho es, para mí, simplemente, el país donde transcurren la mayoría de películas coreanas, incluída esta. De modo que el si es creíble o no, es una cuestión que me tiene sin cuidado.
Breath no funciona en lo demás. Kiduk sufre el síndrome Amenábar, que consiste en hacer la misma película una y otra vez, sea cual sea la temática. Kiduk si cabe, es aún menos rico en géneros, o argumentos de partida, lo cual manifiesta o una limitación de recursos estilísticos o un espíritu mercantilista. Prefiero no elegir. Pero es relevante que en sus ficciones, Kiduk se esté alejando paulativamente quizás no de realidades sociales (aunque desde luego no desearía otro Ken Loach), pero sí de la sociedad en general. Explicaré porqué para que se me entienda: siendo que Ki-Duk juega en la ambivalencia de lo posible-imposible, si voy a ver una peli mal resuelta (pero que al menos huya de recursos literarios -o, lo que es lo mismo, que entienda el cine como un transporte en sí mismo y no se apoya simplemente en palabras) preferiría que la realidad fuese cuanto menos, probable. Pero son tonterías al fin y al cabo, porque en Corea últimamente no se trabaja, y si se hace es haciendo figuritas o (¿qué era lo que hacian los de Time?).
En fin, que a quién le guste Ki-duk, este Ki-duk, que no se espante, que la próxima le gustará y la otra y la otra y la otra, y seguirá así sin preguntarse porqué narices es tan sencillo hacer una película de su gusto. Quizás para entonces, el bueno de Kim Ki-Duk ya haya sacado un libro a lo Chrichton explicando todos sus clichés bajo el intítulo de "Trucos para hacer un melodrama Potito y a la vez Arty"... Pero supongo que su vena mercantilista no le dejará.
bukephalos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow