Comedia romántica rodada en honor a Katherine Heigl y para su mayor lucimiento. Gerard Butler es el contrapunto de la protagonista como el tío cebollón colaborador de un programa picantón de la tele, que se enamora de la estirada al uso de su productora, la rubia Katherine Heigl. La verdad que aquí me ha gustado más el papel de ella, Butler se ve gracioso aunque un poco forzado. Sus risotadas y sus caretos no logran hacer que el gran vacío actoral de la peli desaparezca. Porque en su reparto no asoma ninguna presencia etéreas de esas que aparecen en otras comedias románticas como las de Sandra Bullock. La historia es más de lo mismo aquí, con frases vistas y tópicos vistos, pero cuando la tortilla da la vuelta está buena, y te pasas una buena parte de la peli riendo. Guión que se esfuerza. Heigl no tiene química con Butler, muy monos, muy monos pero mejor en trabajos separados.