Antes de nada (hay que decir que nos ha gustado mucho la película), destacar la curiosa forma de ligar (perdón, ligar no, antes se "flirteaba" o "cortejaba"), de los años 60:

-¿Ciencias?
-No, Letras.

Debe ser el equivalente actual de "¿estudias o trabajas?". Aunque bueno, eso de "actual"... Para ceñirnos más fielmente a la realidad contemporánea, sería algo así:

-¿Por delante o por detrás?
-Felación.

Críticas a la sociedad actual aparte, la verdad es que en la película hay que destacar el soberbio trabajo que hace el actor Eddie Redmayne en el papel de Stephen Hawking. La forma en que interpreta cada gesto, desde que empieza a mostrar los primeros síntomas de la enfermedad hasta la etapa más actual del científico, es sencillamente asombrosa. Y es que, aunque el resto del reparto desempeña su función de forma notable, el protagonista hace palidecer a todos los demás: todo el peso del film recae sobre su hombros, y es que la sombra del genio científico tetrapléjico es alargada. Él es Todo.