La trama de la película consiste en un ingenioso ejercicio de responder a la pregunta ¿qué harías tú último día en la tierra? La respuesta que se nos plantea es que no sucede nada especial, más que una mera reunión con los amigos, con leves vestigios de conflicto. En este aspecto no logra mostrar nada interesante para el espectador.

Donde la película ocupa más tiempo es responder a otra preguntar ¿cómo actuar a la niebla terrígena? El quid de la cuestión es que al respirar este fenómeno meteorológico provoca una muerte agonizante según el gobierno y los artículos científicos, por lo que estos han provisto de una pastilla que provoca una muerte rápida indolora. Por lo que nuestros protagonistas están divididos en no tomar la pastilla y sufrir pero con la posibilidad de sobrevivir a los efectos de la niebla, o tomarla y morir sin dolor.

Tanto debate creo que no tiene sentido ya que si la gente realizara una sedación, como se realiza al aplicar anestesia para un cirugía o en un paciente terminal en tratamientos paliativos, podría evitar el dolor y cuando la niebla pasara sabría si esta ha acabado con él o no.

En definitiva, lo que buscaba en esta cinta era saber como había contestado la guionista (en este caso también directora) cómo sería el último día de existencia de este elenco de personajes que ha creado, pero en lugar de eso nos plantea una pregunta que lleva décadas contestada por la medicina anestesista y paliativa. Solo la apruebo porque era una idea interesante pero, en mi humilde opinión, mal ejecutada.