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España España · Tarragona
Voto de XuCoOo:
7
Drama. Thriller Han pasado 20 años desde que Mark Renton abandonara Escocia, y la heroína. Ahora, Renton vuelve a su Edimburgo natal con el objetivo de rehacer su vida y reencontrarse con sus amigos de toda la vida: David "Spud" Murphy, y Simon "Sick Boy" Williamson; al mismo tiempo que Francis "Franco" Begbie sale de la prisión con sed de venganza.... Secuela de 'Trainspotting' (1996), basada en 'Porno', la siguiente novela de Irvine Welsh. (FILMAFFINITY) [+]
2 de marzo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mark Renton vuelve a Edimburgo tras nada menos que veinte años en Holanda. Danny Boyle, su director, era plenamente consciente de la dificultad de superar a la primera entrega. Nadie lo cree, de hecho, pero no por ello ha hecho una mala segunda parte, sino todo lo contrario. Ha respetado a sus personajes y sus motivaciones, que no era otra que estar enganchados a las drogas y a conseguir dinero de la forma más caótica posible. Y desde luego que no podemos decir que sea un mala película, sino todo lo contrario. Mediante flashbacks y los típicos movimientos de cámara de la primera entrega, la película nos adentra en una secuela que deja un buen sabor de boca.

T2 TRAINSPOTTING nos devuelve a Renton a Edimburgo, después de una matrimonio fallido, necesita dinero, y qué mejor que reencontrarse con sus amigos Sick Boy y Spud. El primero con una novia búlgara, él es su novio, su chulo y también cocainómano; Spud, por su parte, todavía no se ha desenganchado, pero ha descubierto una pasión que hace que pueda seguir adelante: las letras. Begbie, por su parte, está en la cárcel, pero no tardará demasiado en fugarse y reencontrarse con su panda. Recordemos que Renton los abandonó hace 20 años con el dinero de un golpe, miles de libras de las que todavía se acuerdan. Y Begbie todavía sueña con ajustar cuentas con él.

Los protagonistas pierden punch, ya no son aquellos jóvenes que nos impactaron hace dos décadas. Su vida ya no es tan interesante, tan solo un reflejo de un pasado infernal bañado por las drogas y los problemas. El guión no es brillante, pero desde el inicio te engancha, y desde luego la inmejorable dirección de Danny Boyle nos transporta al Trainspotting original. No mejora la primera parte, pero es una apuesta interesante como secuela, porque crea vínculos y el espectador no tarda en sentirse interesado por la nueva vida de sus protagonistas. Quizás el más interesante sea Spud, quien mantiene el estilo de vida del pasado, pero es el más humano de todos.

Lo que sí conserva T2 TRAINSPOTTING es la manera en que Danny Boyle sabe manejar los giros de cámara, los flashbacks, los planos cenitales etc. El británico sabe cuándo ha de dar el protagonismo a sus personajes y cuándo ha de acelerar y potenciar el ritmo para que el espectador sienta que la esencia de la primera película está impregnada en esta de principio a fin. Y mucho de esto se debe, como no podía ser de otra manera, a sus protagonistas. Ewan McGregor está bastante más comedido que hace veinte años, los golpes de la vida le han convertido en un conformista, aunque cuando conozca a sus amigos volverá a las andadas. Robert Carlyle es Begbie, y sigue tan desenfrenado como antes y nos brinda algunas de las mejores escenas, igual que Ewen Bremmer, sin duda el más humanizado y un puntazo de hombre. Jonny Lee Miller es quien pone en marcha los negocios y hace que el caos vuelva a ser el modo de vida de todos ellos.

La frase con la que comenzaba Trainspotting, "elige vida", vuelve con fuerza, se actualiza y critica a la sociedad de hoy en día. "Publica en redes sociales y espera que a alguien le importe". T2 TRAINSPOTTING no solo nos muestra el mundo tal y como es, sino también hacia dónde nos llevan nuestras decisiones del pasado. Los fantasmas vuelven, la sociedad evoluciona pero no cambia, se modifican las adicciones pero seguimos enganchados. Las redes sociales son la nueva droga, una nueva forma de seguir todos en la misma dirección potenciar el sentido crítico. Danny Boyle nos enseña cómo es este nuevo mundo y cómo se adaptan a él unos personajes que todavía viven en las gestas del pasado.

En definitiva, T2: TRAINSPOTTING es una digna secuela que hará que a los nostálgicos les valga la pena ir a verla. Conserva la inocencia, unos personajes carismáticos y la posibilidad de volver a verlos metidos en problemas. Danny Boyle es un maestro tras las cámaras y no se supera a sí mismo, pero el intento es más que plausible. Buena crítica a la sociedad de hoy. Elegid vida.
XuCoOo
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