Al final me decidí a verla, pensé que tampoco podría estar tan mal, y más, sabiendo los bodrios que me he calcado últimamente. Pues error. Vaya truñaco.
No hay por donde cogerla, además de que carece del sentido del ridículo, es aburridísima.
Tampoco penséis que es de una acción trepidante aunque sea cutre, su primera hora es soporífera y la dosis de movimiento se cuelan en su tramo final y son altamente penosas, lo único que esperas es que acabe el suplicio de una vez.
Me gusta Nicolas Cage, siempre me gustó, pero casi diría que es la película que más me ha costado ver, incluso la retaila de telefilms baratos que protagonizó éstos últimos años me proporcionaron menos sufrimiento.