Se ha dado un paso más, el que se corresponde con el paso de la socialdemocracia al comunismo, o desde el punto de vista de las razas no europeas, al fascismo anti-blanco. Aquel blanco bueno no existe ya, en “Déjame salir” todos son malos a causa de su genética inferior. De hecho, los blancos progres, en realidad sólo ocultan sus intenciones especialmente malignas respecto a los negros, más escondidas y retorcidas cuanto más extremistas de izquierdas son, como es el caso de la novia del protagonista. Ningún blanco es bueno, ni siquiera quien pide perdón por serlo, o por sus supuestos privilegios (la última moda en creencias, en la realidad). El autorracismo inventado por los blancos, está ya descontrolado, y empieza a ser dirigido por las otras razas; que como es normal, no van a tener piedad con aquellos, para no pagar a traidores.

No sólo no existe el blanco bueno en esta cinta, sino que un poco de sangre blanca basta para echar a perder la pureza racial. Los mulatos son, por un lado personajes que se han dejado abducir por los blancos, y por otro ingenuos que no creen en la conspiración, no son lo suficientemente inteligentes. Porque no sólo los anti-"globalistas" son conspiranoicos al estilo de los hitlerianos, que se creían víctimas de una cábala secreta judía, sino todos los liberticidas en general. Sólo el negro más negro, el ser genéticamente superior, como expresa la película de forma tácita, es capaz de derrotar a los malvados blancos.

Que esta obra representa una transición de la socialdemocracia al fascismo anti-blanco, lo podemos ver también en ese final en el que el protagonista está a punto de estrangular a su novia blanca. Si hubiese llegado a hacerlo, el viaje sería completo. Pero aún hay muchísimos blancos comunistas, que fuerzan que se respete el ranking de privilegios estatales que han establecido: 1. Musulmanes 2. Izquierdistas 3. Pobres 4. Oscuridad en la piel 5. Mujeres 6. Homosexuales. Es decir, en la película un negro puede matar directamente a un hombre blanco (el suegro y el cuñado), pero a la suegra sólo si ella le intenta matar también, y a la novia lo dejamos en una estrangulación no rematada.

Que nadie se engañe, formalmente la película es muy buena. Lo que ocurre es que tiene un fondo extremadamente malicioso; es veneno destilado para adoctrinar a los jóvenes y los ignorantes.

Todos esos esnobs que se pasan la vida diciendo que ya no se hace cine tan bueno como el de antes, en realidad sólo demuestran sus ínfulas de grandeza. Actualmente se dominan al dedillo las técnicas cinematográficas, la tecnología es cada vez mejor, y pese a ello se siguen dedicando grandes cantidades de dinero a hacer las películas, resultando cada vez más efectivas. Y no todas están dedicadas a promover el mal, por supuesto; también hay reversos luminosos, como por ejemplo "Sin amor" de Andrey Zvyagintsev.