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España España · Badajoz
Voto de Pachón :
7
Thriller. Drama Una joven llamada Yuki Kashima, nació en la cárcel en una fría noche como instrumento de una venganza, ya que su padre, fue brutalmente asesinado al ser confundido con un asesino del gobierno Meiji, suerte que también compartió su pequeño hermano. Su madre logró vengarse de uno de los asesinos, pero por ese asesinato fue condenada a cadena perpetua y para continuar su venganza, se dedicó a acostarse con todos los presos y carceleros que ... [+]
16 de junio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título es porque tengo que poner uno y bueno, hay violencia en la película y empieza diciendo que es la venganza de los desheredados o la protectora de los oprimidos, algo así. Esto luego no se desarrolla, pero me dio la idea para el título.

Al lío.

La película se supone que es de serie B (supongo que será así por los efectos especiales, el tema, el tono o el presupuesto), pero esta es de esas que es de B de Bien. La historia, aunque básica (un clásico de venganza), se desarrolla bien y sin fisuras aunque no sea de gran complejidad y los actores son más que decentes, destacando la protagonista (interpretada por Meiko Kaji, con ominosa mirada). Pero donde más destaca es en el apartado técnico-artístico: la fotografía y el sonido están muy cuidados y le dan un toque de personalidad importante. Aunque no rompe los dogmas en cuanto a dirección y montaje, sí que tiene un par de momentos muy bien pensados y funcionales que les dan a la película un toque de frescura e "intelectualidad".

La ambientación es también un buen toque, trasladándonos al Japón de finales del siglo XIX (Era Meiji), transición entre el "feudalismo" premoderno nipón y la modernidad de influencias occidentales, lo que se nota especialmente en los contrastes entre el campo y la ciudad y las fuerzas del orden y el resto de personas, contraste más agudizado en la escena final del baile aristocrático. Puede que aquí entre al escenario la polémica de la apertura de Japón al resto del mundo y la progresiva influencia occidental: el desarme (aparente), o al menos la pérdida de intensidad, de las estructuras sociosimbólicas tradicionales japonesas como la importancia de la deuda-gracia (y por tanto la necesidad de la venganza) que fueron perdiendo peso desde la Era Meiji, lo cual se puede deducir a partir del ambiente decadente de los momentos finales del filme.

Obvia parece ser la influencia que supuso para la saga "Kill Bill" (que no he visto, por cierto, pero por cultura popular cinéfila se sabe) del archiconocidísimo Tarantino. Puede que sea esto lo que más atraiga, pero creo desde mi más humilde opinión que esta cinta merecería ser disfrutada y recordada aunque su "sucesora espiritual" no hubiese existido.
Pachón
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