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España España · Madrid
Voto de Pedro:
9
Drama. Intriga En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2009
22 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
El texto atormentado de una de las obras teatrales de Tennessee Williams es trasladado con la colaboración del propio autor al cine bajo la batuta de un director entonces sobradamente consagrado. Esto unido sobre todo a un reparto de poderosos intérpretes y a una magnífica dirección artística que recrea con esmero los decorados e interiores de la institución mental y de la mansión, dejaban a priori nulo margen para el fracaso.

Elizabeth Taylor y Katharine Hepburn se comen literalmente la pantalla y con ella a un Montgomery Clift que no es que esté mal sino que sencillamente es eclipsado por las dos fieras interpretativas a las que el actor debía mirar durante el rodaje -al igual que hacía su doctor Kucrowicz- con ojos abiertos de asombro. Y es que las palabras del dramaturgo estadounidense parecen expresamente escritas sólo para esas dos mortales en todo el planeta. Impagables las escenas de Katherine, sobre todo la última, representando a la excéntrica Violet Venable dentro del curioso ascensor.

Tanto la película como la obra original fueron demasiado modernas en atrevimiento para la época y no estuvieron exentas de polémica a pesar de la rendición final de crítica y público. A Mankiewicz le dejaron muy claro que la homosexualidad y pedofilia de Sebastian debía sólo sugerirse pero jamás ser mostrada. Personaje éste que al no aparecer en imágenes subraya el mérito de guión y realización a la hora de dotarle de vida propia y protagonismo a través de lo que los otros hablan de él.

Locura, marginación, homosexualidad, inadaptabilidad, mezclas entre lo real y lo onírico..., son características recurrentes de la obra de Williams también aquí presentes y dosificadas en este caso, junto al amor idealizado y exacerbado de una madre a su hijo, para crear suspense. Muchos afirman que sus creaciones literarias están inspiradas en su propia familia, y así puede vérsele reflejado como si de un apunte autobiográfico se tratara en el propio Sebastian. Irónicamente la muerte del escritor estuvo tan rodeada de oscurantismo como la de éste; aunque posiblemente no se trate del mismo castigo por sus actos.

No sé si, al igual que el personaje, el autor también se jactaba de contemplar a Dios; pero lo cierto es que este trabajo puede perfectamente ganarse el Olimpo de la cinematografía en lugar de terminar devorado como las crías de tortuga de las islas Galápagos en las obsesiones de Mrs. Venable.
Pedro
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