Desde la trilogía de Indiana Jones no había aparecido una película de aventuras de alto caché; esta lo es. Comenzaré con sus pocos defectos y asi luego nos quedaremos con buen sabor de boca y con ganas de verla otra vez. La película se pierde en algunos momentos en un jaleo de barcos que van y vienen cambiando de tripulación, y no nos libramos de la presencia de Orlando Bloom (aunque en este papel está más bien que mal, excepción a la regla); en el otro lado de la balanza encontramos una banda sonora perfecta, un ritmo narrativo adecuado al género, una fantástica ambientación, ingeniosos diálogos y, sobre todo los personajes del Capitán Barbosa-Rush y de Jack Sparrow-Depp, éste último auténtica y genuina alma del film (mereció el Oscar, una injusticia más...). Sobraban las otras dos entregas...