No recuerdo exactamente a que edad me hicieron leer el libro El viejo y el mar en el instituto y la verdad es que no era muy exigente con el resultado, ya que no me despertaba mucho interés a priori. Pero reconozco que el libro está muy bien escrito, una historia perfectamente contada y despierta tu entusiasmo por el viejo y su obsesión con cada nueva página que lees. El libro me encantó.

¿La peli? No mucho, me ha decepcionado y creo que va en la línea de haberla realizado con un fiel reflejo del libro. Allí el narrador contando la historia es de lo más normal y natural, como la mayoría de los libros. Pero en la película hace exactamente lo mismo que en el libro, a través de una voz en off, el narrador resta protagonismo al viejo y de paso trata al espectador como si fuese tonto, narrando lo que perfectamente estamos viendo en pantalla y sobra comentarlo. Me hubiese encantado más una actuación libre, sin narración, que fuésemos viendo y adivinando lo que pasa, sin que alguien nos lo narre absurdamente.

La historia en si en simplista, apenas despierta un interés como para hacer una película, pero la enseñanza que nos quiere enviar el director/narrador es la negación a envejecer, a reconocer que llega el momento de colgar las botas y pasar a otra cosa y el viejo se resiste a ello, esperando en todo momento cazar el gran pez, que demuestre que aún en aquel cuerpo, permanece un gran pescador y sobre todo, un ser útil.

No me convenció mucho la actuación de Tracy, particularmente por lo mencionado anteriormente, una interpretación atada de pies y manos.

Qué gran diferencia entre leer el libro y que lo lleven tal cual a la pantalla.