Me imagino el boom que pudo ocasionar esta película hace más de 30 años, cuando eso de los derechos humanos se estaba poniendo de moda, como dirían algunos. Donde dominaba la corrupción y las malas artes, casi como hoy en día en España.

Rosenberg fue valiente y tocó un tema muy delicado para la época, el entorno carcelario de los Estados Unidos. El país ejemplar para el resto del mundo. Y lo hizo de una forma original e inteligente, la idea de introducir al futuro alcaide de una prisión como preso, para de esta forma comprobar in situ como funciona de primera mano fue todo un éxito. Desde el primer momento en el autobús que lo lleva a la prisión comienza a darse cuenta de cosas muy extrañas en el comportamiento de los guardianes. Las pésimas condiciones en las cuales viven. Cañerías estropeadas, falta de camas, techos que se caen, comida pésima y en mal estado, escasez de uniformes y calzado, abuso de poder y castigo físico por parte de los guardias. Todo esto lo irá recopilando en la memoria para posteriormente darle un gran cambio. Al principio los presos no creen en su palabra y en sus promesas, porque resulta increíble, pero poco a poco van viendo que es todo cierto.

Brubaker hace una limpieza general, tanto en la prisión como en el personal a su cargo. Todos los corruptos son expulsados y a medida que pasa el tiempo va mejorando la calidad de vida en todos los aspectos. Se gana el respeto y el cariño de los presos y de los guardianes más honestos, el resto lo odia.

Pero como todo en la vida no sale de color de rosas. Su innovador método no es apoyado por el consejo de prisión y le ponen muchas trabas y problemas con los cuales tendrá que pelear.

Brubaker es una denuncia a todas luces del sistema penitenciario, donde se pone de manifiesto que no todo es como se cuenta, que a esos presos los tratan de forma muy diferente a la que cuentan a la sociedad y a sus familias.

Me ha encantado ver a un joven Morgan Freeman, lástima su breve papel. Un magnífico Robert Redford en su papel de alcaide. Muy recomendable.