Una nueva versión del clásico de la literatura estadounidense ‘Little Women’ no llama tanto la atención, a menos que detrás del proyecto se encuentre una directora como Greta Gerwig con un elenco pletórico de figuras y una esperada adaptación del discurso acorde a los tiempos que corren.

La adaptación de Gerwig es correcta y mantiene las características principales de sus personajes pero los dota de mucha actualidad, tanto en su forma de manejarse como en la manera en que se expresan.

Pero también se percibe un cambio en la narración, pues elige romper la línea temporal para contar la conocida historia de las hermanas March, por lo que esta nueva versión de ‘Mujercitas’ nos muestra de inicio a casi todas ellas en lo que será situación al final del relato, lo que resta sorpresa aunque en parte lo consigue equilibrar con el buen manejo de las emociones en el desarrollo de la historia.

En esta adaptación se destacan por sobre el resto los personajes de Jo (Saoirse Ronan), en su búsqueda de trascender a través de la literatura, es quien lleva adelante la narración de la historia, mostrando su progreso como escritora y en su relación con Laurie (Timothée Chalamet), su enamorado, y el de Amy, en otra poderosa interpretación de Florence Pugh, quien busca satisfacer su gusto por la pintura al mismo tiempo que busca un marido que ayude a la complicada situación económica de la familia, que sufre ante la ausencia del padre, ambos personajes se comportan más acordes a la actualidad que al tiempo que sucede la historia, en parte por el intento de actualizar el discurso feminista del relato.

En contraste, los personajes de las otras dos hermanas tienen mucho menos desarrollo y lucimiento, el de Meg (Emma Watson) es un caso desafortunado pues ella se casa enamorada pero no supera el estado de pobreza en el que vive, siendo ese su conflicto, el problema es que el cambio en la temporalidad escogido por Gerwig la condena a estar así desde el inicio de la película, con apenas algunos momentos que conocemos a través de flashbacks, mientras que el caso de Beth (Eliza Scanlen) es más llamativo, pues apenas protagoniza un par de escenas y pareciera que el destino de su personaje fue fundamental para que la guionista no se esmerara en ella, incluso es el único de los personajes que no está interpretado por una figura de primera línea.

Esta nueva versión de ‘Mujercitas’ es posiblemente la mejor que se ha realizado, pero no logra trascender más allá ante decisiones que terminan restando, como el machacante uso de la música de Alexandre Desplat, las marcadas diferencias entre sus personajes o el innecesario subrayado del guion respecto a las complejidades que deben afrontar las protagonistas.

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