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Voto de jastarloa:
3
3,3
16.808
Serie de TV. Drama. Romance
Serie de TV (2008-2011). 7 temporadas. 77 episodios. Narra los problemas de cuatro profesores que acceden a su primer trabajo en un instituto de Enseñanza Secundaria donde descubrirán todo un universo de conflictos, amores, desamores e ilusiones de un grupo de adolescentes para los que han de servir de guía. En el primer episodio, a comienzo de septiembre una joven de 26 años conoce a un chico a la salida de una discoteca. Él es ... [+]
24 de agosto de 2009
33 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin que sirva de precedente, he decidido no ensañarme con esta serie. Ya me he despachado a gusto en las críticas a otras que son del mismo costal. Voy a intentar —no sé si conseguir— hacer un análisis algo más constructivo, que vaya más allá de la lúcida acidez de aquellos que han expuesto algunos de los fallos. Para ello habrá que responder a dos preguntas clave: por qué es tan ínfima su calidad y si se puede mejorar y cómo.
== ¿Por qué es tan ínfima su calidad? ==
La verdadera respuesta, al menos en lo que atañe a España, es la siguiente: falta de tiempo y dinero. El público potencial, y más si se trata de una serie dirigida a un sector tan específico como el adolescente, no es tan amplio como para permitir pagar a los mejores guionistas ni como para mantener a un plantel con todos sus actores decentes. Ambos aspectos repercuten negativamente en la credibilidad de situaciones, diálogos y personajes. Un buen actor hace buenos hasta los más infames diálogos, y un buen guionista facilita las cosas hasta al más desmañado de los directores. En 'Física y Química' veremos a los mejores actores (por alguna razón los más feos) en papeles secundarios, y a los peores (guapos sin demasiado talento) acaparando minutos, ya sea en ropa interior o intentando ofrecernos, sin acercarse a conseguirlo, la más intensa de las miradas, la más sincera de las lágrimas o el más conmovedor de los susurros. Los guiones, si se quiere que sean buenos, necesitan tiempo, pero en este país, en cuanto se aprueba un proyecto de estas características, el ritmo es vertiginoso: «Todo tiene que estar para ayer, que cuanto antes empiece la Súper Pop a hablar de nuestros chicos, antes empezará a sonar la caja registradora».
(Sigue en spoiler por falta de espacio.)
== ¿Por qué es tan ínfima su calidad? ==
La verdadera respuesta, al menos en lo que atañe a España, es la siguiente: falta de tiempo y dinero. El público potencial, y más si se trata de una serie dirigida a un sector tan específico como el adolescente, no es tan amplio como para permitir pagar a los mejores guionistas ni como para mantener a un plantel con todos sus actores decentes. Ambos aspectos repercuten negativamente en la credibilidad de situaciones, diálogos y personajes. Un buen actor hace buenos hasta los más infames diálogos, y un buen guionista facilita las cosas hasta al más desmañado de los directores. En 'Física y Química' veremos a los mejores actores (por alguna razón los más feos) en papeles secundarios, y a los peores (guapos sin demasiado talento) acaparando minutos, ya sea en ropa interior o intentando ofrecernos, sin acercarse a conseguirlo, la más intensa de las miradas, la más sincera de las lágrimas o el más conmovedor de los susurros. Los guiones, si se quiere que sean buenos, necesitan tiempo, pero en este país, en cuanto se aprueba un proyecto de estas características, el ritmo es vertiginoso: «Todo tiene que estar para ayer, que cuanto antes empiece la Súper Pop a hablar de nuestros chicos, antes empezará a sonar la caja registradora».
(Sigue en spoiler por falta de espacio.)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
== ¿Se puede mejorar? ¿Cómo? ==
Yo creo que sí. Una ampliación de presupuesto sería lo más complicado, pues para ello habría que extender las miras de la distribución más allá de las fronteras de nuestro país, y eso no es ni fácil ni fiable. Lo demás dependería de un productor cuya mayor ambición fuera ofrecer un producto realista y bien hecho, que no impusiera demasiadas barreras creativas a los guionistas y que entendiera el proceso de casting como uno de los elementos clave.
Si lo pensaran, los guionistas tendrían numerosas fuentes de inspiración para ofrecernos algo diferente. Por ejemplo, siempre echo en falta en este tipo de series detalles cómicos más cercanos: esa abuela que te da cinco euros para todo el fin de semana y te recomienda que no te lo gastes todo, esa madre que te dice que «no fumes "puerros", que han dicho en la tele que son malos para el cerebro», ese padre que se pone las gafas de cerca y después de examinar su primer móvil durante horas te pregunta «¿y esto cómo se enciende?».
Otra cosa que podrían hacer es tratar las relaciones entre adolescentes de una manera mínimamente creíble, porque hasta ahora lo único que he visto aquí son historias de amor románticas y apasionadas muy alejadas de la realidad. Está la profesora que se enrolla con el alumno, cosa que o no pasa nunca, o pasa y no se entera ni Dios, o pasa y se convierte en un escándalo público. Lo que tengo claro es que, cuando se da el caso, nunca es entre la ninfómana más despampanante del país, que puede tener el rabo que quiera con un simple chascar de dedos, y el guaperas más popular del instituto, que no deja de ser un joven inexperto, sino más bien entre una mujer retraída y un chico intelectualmente precoz. Están los jóvenes estudiantes que se enamoran, así, por enamoramiento espontáneo, «tú me gustas; yo te gusto; vayamos a casa de mis padres, acariciémonos lentamente durante horas, besémonos hasta que no nos quede más saliva, y, finalmente, hagaaamos el ammmooor suavemmmeeente». Un poco idealizado, ¿no? Yo me creo más la versión del cortejo previo con alguna metedura de pata fruto de los nervios (sólo con las experiencias de algunos de nosotros ya habría para rellenar una temporada entera). Y, una vez en el picadero, pocos arrumacos recordaremos con esas edades. Aquí lo más normal sería que la chica se echara para atrás en el momento clave, o que el chico terminara antes de empezar, o, en el mejor de los casos, que el chico se acelerara tanto que se diera un coscorrón con el cabecero de la cama.
Otra buena idea sería sacar la acción del centro educativo, adentrarse algo más en la vida familiar, en los grupos de amigos. Los mejores recuerdos que guardo de esos tiempos desde luego se sitúan fuera de las aulas.
¿Qué os parece? ¿Se puede llegar a algo mínimamente aceptable con estos cambios o ni por ésas?
Yo creo que sí. Una ampliación de presupuesto sería lo más complicado, pues para ello habría que extender las miras de la distribución más allá de las fronteras de nuestro país, y eso no es ni fácil ni fiable. Lo demás dependería de un productor cuya mayor ambición fuera ofrecer un producto realista y bien hecho, que no impusiera demasiadas barreras creativas a los guionistas y que entendiera el proceso de casting como uno de los elementos clave.
Si lo pensaran, los guionistas tendrían numerosas fuentes de inspiración para ofrecernos algo diferente. Por ejemplo, siempre echo en falta en este tipo de series detalles cómicos más cercanos: esa abuela que te da cinco euros para todo el fin de semana y te recomienda que no te lo gastes todo, esa madre que te dice que «no fumes "puerros", que han dicho en la tele que son malos para el cerebro», ese padre que se pone las gafas de cerca y después de examinar su primer móvil durante horas te pregunta «¿y esto cómo se enciende?».
Otra cosa que podrían hacer es tratar las relaciones entre adolescentes de una manera mínimamente creíble, porque hasta ahora lo único que he visto aquí son historias de amor románticas y apasionadas muy alejadas de la realidad. Está la profesora que se enrolla con el alumno, cosa que o no pasa nunca, o pasa y no se entera ni Dios, o pasa y se convierte en un escándalo público. Lo que tengo claro es que, cuando se da el caso, nunca es entre la ninfómana más despampanante del país, que puede tener el rabo que quiera con un simple chascar de dedos, y el guaperas más popular del instituto, que no deja de ser un joven inexperto, sino más bien entre una mujer retraída y un chico intelectualmente precoz. Están los jóvenes estudiantes que se enamoran, así, por enamoramiento espontáneo, «tú me gustas; yo te gusto; vayamos a casa de mis padres, acariciémonos lentamente durante horas, besémonos hasta que no nos quede más saliva, y, finalmente, hagaaamos el ammmooor suavemmmeeente». Un poco idealizado, ¿no? Yo me creo más la versión del cortejo previo con alguna metedura de pata fruto de los nervios (sólo con las experiencias de algunos de nosotros ya habría para rellenar una temporada entera). Y, una vez en el picadero, pocos arrumacos recordaremos con esas edades. Aquí lo más normal sería que la chica se echara para atrás en el momento clave, o que el chico terminara antes de empezar, o, en el mejor de los casos, que el chico se acelerara tanto que se diera un coscorrón con el cabecero de la cama.
Otra buena idea sería sacar la acción del centro educativo, adentrarse algo más en la vida familiar, en los grupos de amigos. Los mejores recuerdos que guardo de esos tiempos desde luego se sitúan fuera de las aulas.
¿Qué os parece? ¿Se puede llegar a algo mínimamente aceptable con estos cambios o ni por ésas?