Normalmente solemos decir que las películas de los libros suelen ser malas, pero ¿qué pasaría si nos encontrasemos con un libro malo?. ¿Realmetne la película resultante podría ser vomitiva?. ¿Podría obtenerse tan exultante grado de desfachatez?.

Pues si querimos amigos me encontraba yo hace algunas semanas buscando algún libro para leer corto y divertido y me encontré en mi casa el libro Don Camilo del auto italiano Giovanni Guareschi, personaje al que hay que dar de comer a parte. Detenido y encarcelado por los alemánes, escritor/dibujante en la revista Cándido, democrata cristiano, encarcelado por injurias al primer ministro y al presidente de la república italianas, socialista, chaquetero, monárquico y otras cosas más que no vienen al caso o esto se nos va de las mano.

La historia gira alrededor de un cura que habla con el cristo de su iglesia y del alcalde del pueblo, comunista y anticlerical. Con estos dos personajes y en unas casi dos horas de tedio total se nos cuentan una serie de anecdotas aleccionadoras como si fueran las fábulas de Esopo.

Lo mejor, el sonido de los bofetones (un clásico en las películas de T.H.).
Lo peor, que el alcalde no fuese Bud Spencer (para el bochorno absoluto).