Reconozco que Robert Redford como director tiene cierto estilo. Incluso esta "La leyenda de Bagger Vance", sacada de la novela homónima de Steven Pressfield publicada en 1995, es un drama con una hechura elegante, es además apta para todos los públicos, que por momentos consigue transmitirte no sólo la esencia de la época sino algún que otro sentimiento profundo. De tal modo que puedo entender que algún espectador se sienta fascinado. Sea como fuere, la película versa sobre un torneo de golf entre varios deportistas consagrados y una estrella local, Rannulph Junuh (Matt Damon), cuya carrera se vio interrumpida por la guerra, todo ello en la Savannah, Georgia, posterior a la Depresión del 1929. En su camino se encontrará con un misterioso personaje, contratado como caddy, el que lleva la bolsa con los palos, que le ayudará a recuperar su swing, Bagger Vance (Will Smith), que creo que es... (SPOILER).

De todos modos el largometraje, aunque no es aburrido, tiene algunos pequeños fallos. Primero, toda la parte golfística puede ser poética pero si se piensa es un poco ridícula y sin fundamento. Todo se reduce a dar consejos del tipo "fúndete con el palo" para a continuación dar un golpe maestro. Segundo, ya sé que no toca pero a Redford le ha salido una película excesivamente complaciente con el status quo: la crisis económica es tocada de puntillas y un asunto como la segregación racial ni se menciona. Parece como que todo esto ni importa cuando se tiene un deporte como el golf. Tercero, Charlize Theron es muy guapa pero con esas cejas tan finas que le han o se ha puesto está fea. Y cuarto, lo peor, el protagonista es tonto: dejar tirada a una belleza como la Theron, además la más rica de Savannah, para irse a la guerra y luego no volver pero ella esperándolo 12 años como una boba. Vete a la porra, Rannulph.