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2
Drama A finales del verano, Ulises (Jordi Mollà) llega a una pequeña localidad levantina para trabajar en un colegio como profesor de literatura. Allí conoce a Martina, una bella y sensual muchacha (Leonor Watling), que trabaja con sus padres en la pensión en la que Ulises se ha instalado. Los jóvenes se casan y tienen un hijo, pero, poco después, Ulises desaparece en el mar mientras pescaba. Martina vuelve a casarse con Alberto Sierra ... [+]
15 de mayo de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la novela homónima de Manuel Vicent a cargo de Bigas Luna, director fallecido el año pasado. O sea, intuimos por dónde van a ir las cosas. Mucho sexo y poca pausa. Lo peor de todo no es que sea insistentemente obscena, desnudos y más desnudos, que también, sino que los mismos, como los encuentros sexuales, carecen de cualquier atisbo de erotismo. Eso de recitar poemas o pasajes de la Eneida mientras se hace el amor es lo de más cursi que he visto en la vida. Historia fea, incluso degradante para las mujeres, con un comienzo que no te puedes creer. Martina, o sea, Leonor Watling, tendría medio pueblo detrás suya y sin embargo aquí está esperando como una boba a que venga un tipo de perroflauta pero de la especie literato pedante para enamorarse de él. Mal empezamos.

"Son de mar" tiene muchos desvaríos, hasta el punto de volverse surrealista, véase el momento encierro vulgar esclavo sexual o ese cocodrilo dejado suelto no sabemos con qué oscuro fin, pero para nuestra fortuna contamos con una Leonor Watling que nos deja lo mejor de la película, junto a una banda sonora de mediados de los 90 muy pegadiza, lo cual en ese momento no tenía mucho mérito. Leonor está preciosa, aunque para guapa, de morena en "Raquel busca su sitio" (2000), pero donde luce más sexy no es en las secuencias más tórridas sino en las más artísticas. Por ejemplo, bebiendo naranja en su habitación o bailando en la discoteca, donde está para comérsela. El caso es que en el coloquio previo la Watling se moría de vergüenza con estas escenas subidas de tono. ¿Son necesarias? No.
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