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Voto de Reaccionario:
6
Drama Randle McMurphy (Jack Nicholson), un hombre condenado por asalto, y un espíritu libre que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego. (FILMAFFINITY) [+]
17 de julio de 2011
8 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admito que es una película de bella factura, muy bien rodada por parte de Milos Forman. Excelente montaje, muy buena fotografía, planos largos y lo suficientemente mantenidos para captar las emociones de unos grandes actores (no sólo Jack Nicholson, sino Louise Fletcher, Brad Dourif, Danny Devito y todos los locos), metidos al 100 % en sus papeles.

Aunque se retrate de forma muy correcta lo que es ese pabellón psíquiátrico, la frialdad, el autoritarismo, la falta de espontaneidad, la represión, al final, el tema de la película queda un poco difuminado, escorándose hacia una crítica demasiado fácil. Por ese motivo la película se queda por debajo de lo esperado, según la crítica y los premios recibidos.

Porque ese centro no es un ninguna cárcel, el personal no son unos sádicos, hasta la enfermera jefa, Ratched, no parece en ningún modo mala o cruel. Y los locos no están tan sanos como pretende McMurphy y hasta él mismo no es ningún angelito, sino un violador. Por eso el espectador no llega a simpatizar del todo con McMurphy, no le importa mucho si se escapa o no del manicomio. Y tampoco siente la admiración por él que profesan los demás enfermos.

Resulta preocupante que algunos espectadores lleguen a identificarse tanto con personajes marginales, delincuentes, sádicos, desiquilibrados psíquicos, violadores o asesinos como este Patrick McMurphy, Travis de "Taxie Driver", Hannibal Lecter de "El silencio de los Corderos" o algunos de los personajes principales de "Pulp Fiction", especie de héroes o símbolos por su ansia de libertad, independencia o crítica al sistema.

Por esta razón, la película desprende un cierto tono anarquizante, contestario y progresista, como si se tratara de desafiar el Orden como tal, porque ya digo ese Orden no es un orden injusto, irracional o brutal sino el necesario para mantener el manicomio y beneficiar a los enfermos, por más que por momentos se cometan errores, fruto del desconocimiento y hasta de los prejuicios, pero nunca por maldad.

Es cierto que la psiquiatria de los años 60 y 70 no es como la de ahora. Ciertamente se empleban terapias brutales pero que eran las normales en aquella época. Si la película hubiera girado sobre un debate médico hubiera tenido más sentido pero esa no es la idea. No es que la psiquiatría realice tratamientos equivocados o inhumanos, sino que el mismo manicomio, (la misma sociedad hay que leer) es autoritaria y represiva y por lo tanto, la única salida es huir de ella (huir de la sociedad en una actitud nihilista anarquizante), no cambiarla o mejorarla.

Por todo lo dicho, el verdadero héroe no es McMurphy, el Jefe Indio u otro loco, sino la propia enfermera jefa, Ratched, que, pese a sus errores (porque representa a la Autoridad y como tal se la ataca en la película), siempre es correcta, comprensiba y razonable, y pese a su frialdad, hace lo que CREE mejor para los enfermos.
Reaccionario
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