Es evidente que Kevin Costner trata de emplear los mismos mimbres con los que tejió su sensacional "Bailando con lobos" pero han pasado 13 años lo que en realidad es un siglo (y hasta un milenio) y el director no llega, ni de largo a plasmar mínimamente lo que consiguió en su oscarizada película. En esta caso "Open Range" con tanta parsimonia llega, si no a aburrir, si ha ser en buena parte intrascendente.

La historia se desarrolla con demasiada lentitud, en un intento de transmitirle una belleza o un lirismo que no cuaja. Los personajes, especialmente el de Kevin Costner, te suena a que ya lo has visto e incluso la trama te recuerda demasiado a "Sin Perdón". Al principio les cuesta entrar en acción y cuando lo hace el esquema no deja de ser repetitivo entre ir y volver al pueblo, y seguir y que te sigan los malos. Luego la historia romántica pues tampoco es que aporte demasiado. También es un handicap la escasa presencia de los malos.

Por último, el muy alabado tiroteo final aunque con buenos momentos te resulta confuso, sobre todo al principio, por la gran cantidad de pistoleros que participan en él. Aunque llegado a ese punto por muchos tiros que haya el tono regular de la cinta hace que no importe mucho el desenlace final.