Si esta es la buena, temblando estoy de miedo de solo pensar en tener que ver el resto de películas de esta saga que cierta cadena de televisión amenaza con proyectar (al menos la segunda parte es ya segura). Y no es baladí el terror porque "Ice Age" ha resultado ser otro fiasco monumental pese a haberla recomendado. Claro que en mi defensa no me acababa de creer que una película de dibujos animados ya del siglo XXI pudiera ser buena aunque también es cierto que esperaba que no fuese tan mala.

Hay que decir que tal vez soy muy exigente con los dibujos animados pues esta misma historia en película quizás la encontrara algo más entretenida. Pero lo que es el visionado en sí de "Ice Age" resulta algo cercano a la tortura. Salvo alguna gracieta que ocasionalmente consigue hacerte reír y cierta profundidad de algún personaje, el resto es totalmente prescindible. Además lo que es la animación en si mediante ordenador resulta patética especialmente cuando aparecen los humanos, unos auténticos trogloditas, feos hasta decir basta. Vuelve a insistir sobre lo mismo por enésima vez: el dibujo a mano es incomparablemente más hermoso que todos los engendros que se vomitan por medios informáticos. ¿Acaso no se dan cuenta de que éstos últimos no tienen expresividad, soltura, gracia o belleza? Pues nada, como los burros con las orejeras.

Por decir algo sobre "Ice Age" la historia, un tanto absurda, pudiera haberse aprovechado para algo más que para un sinfín de paridas con poca gracia (la parte de los dodos es hasta siniestra), guiños constantes a nuestra sociedad actual y persecuciones que tienen como único objetivo ver a los personajes lanzarse por el vacio, correr y saltar por los aires, cosa que extrañamente gusta bastante a los creadores actuales.

Pensando en a quién se dirige esta película he caído en la cuenta de que el cine de animación contemporáneo está pensado más en los mayores que en los niños. El hecho de que la inmensísima mayoría de los protagonistas sean adultos les delata. Luego las alusiones sexuales lo confirman. Pero lo peor es que está dirigido a un adulto, digamos para no ofender, idiotizado. Uno que se parta viendo a una ardilla correr detrás de la bellota, un partido de rugby con unos pájaros o a un perezoso haciendo snowboard. A mi, que debo ser un poco raro, me cansan esas chorradas, y tonto de mi, pido algo más a una película aunque sea de dibujos animados.