Aunque a decir verdad si la de Bruce Willis fue la película que más recaudó en los cines de todo el mundo en 1998 con más de 550 millones de dólares, "Deep Impact" tampoco se quedó muy atrás: casi 350 millones para ser la sexta a nivel planetario. Es decir también fue un éxito. Ahora bien, si la primera me pareció bastante aburrida la que dirige Mimi Leder es un atractivo trabajo, familiar, mesurado y conservador (atención a las invocaciones a Dios), de estos que llaman palomiteros. Tiene de todo, salvo comedia, tampoco es plan, y bien dosificado: efectos especiales, aventura, algo de romance y drama. Por encima del mero impacto destructivo sobresalen las reacciones humanas, faceta en la que la directora, ¿será por la sensibilidad femenina?, consigue emocionarte por su derroche de humanidad.

Quizá sea algo larga y si te despistas un poco puedes perder el hilo, al menos al principio. De todos modos las diferentes tramas, animadas por un solvente reparto, conjugan muy bien en el todo. Algunos critican que los americanos siempre estén salvando el mundo pero es lo más lógico siendo la película de ese país. ¿O qué esperan? ¿Una especie de comisión de la ONU con cuotas paritarias de todos los países, razas, culturas y sexos para que nadie se sienta excluido? No seamos ridículos, por favor. Por mi parte, lo único que me preocupa es que esta ola gigante parece que acaba con España. Claro que, ojo al carácter premonitorio de "Deep Impact": se anticipa a "Armageddon", las Torres Gemelas destruidas, un Presidente de los Estados Unidos negro... y Elijah Wood como el Señor de los Anillos.