Alguien dijo que “las arrugas son el mapa de la vida”. ¡No podría estar más de acuerdo!. Resulta gratificante contemplar en pantalla primeros planos de actores, solo hombres por desgracia, que no han sucumbido a las falsas promesas de “juventud eterna” utilizadas para justificar el uso y abuso del láser, los estiramientos faciales, el botox y otros tantos procedimientos que han deformado las caras de cientos de personas. En “Apaloosa” los rostros de los tres actores cuentan por si mismos una parte importante de la historia sin necesidad de palabras. En ellos destacan sus miradas que aportan grandes dosis de credibilidad a los personajes:

- La fría y acerada mirada de Ed Harris, que muestra al hombre duro a la par que esconde al hombre inseguro en muchos aspectos.
- Los ojos soñadores de Viggo Mortensen, el eterno caballero, solitario, ajeno al desaliento.
- La mirada febril de Jeremy Irons, parte vital de sus mejores actuaciones, como la de “Herida”, para mí su mejor interpretación hasta la fecha.

Asistimos a una perfecta simbiosis masculina entre los personajes de Ed y Viggo: Dos amigos que se admiran, se respetan y se complementan. Excepcional Ed Harris en su papel de hombre implacable que esconde una sorprendente y tierna inseguridad ante temas como el amor, la incultura o las relaciones sexuales. Excepcional Viggo Mortensen en su papel de fiel compañero, a la sombra pero en un plano de igualdad. Silencioso, atento, siempre alerta. Excepcional Jeremy Irons, un malo malísimo, despiadado, que cuando se ve vencido por la fuerza de las armas recurre a métodos más sutiles e inteligentes.

Por debajo, pero sin desmerecer el conjunto, Renée Zellweger, el “objeto de deseo” que vertebra las relaciones de todos los personajes. A la que pronto calificas de “rastrera y mentirosa” hasta que te hace entender que sus opciones en ese mundo, como mujer, se reducen a ejercer de puta o a intentar estar siempre al lado del macho dominante para asegurarse su protección en un mundo en el que siempre existe un pasado que te persigue, un futuro más que incierto y un presente “imperfecto” pero que es lo único que tienes.

¡Realmente es una película fantástica!. Cuenta una vieja historia, pero aderezada con unas localizaciones, diálogos, silencios e interpretaciones geniales. ¡Me encantó!.