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Voto de Sandro Fiorito:
7
Terror. Fantástico. Intriga Rose es una joven madre (Radha Mitchell) que trata de encontrar curación para su hija enferma. Incapaz de resignarse al diagnóstico de los médicos que proponen internarla de forma permanente en un centro psiquiátrico, Rose huye con su hija hasta llegar a una ciudad aparentemente desértica. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1999 se producía el lanzamiento al mercado del conocido videojuego Silent Hill. Tentado por su argumento y con el deseo de pasar un poco de miedo, alquilé esta opción obteniendo muy buenos resultados: aunque mi incompetencia me impidió pasarme aquel juego en el tiempo que lo dispuse, recuerdo haber disfrutado enormemente con él. El terror invadió mis sensaciones y su atmósfera me agobió hasta tal punto que creo que ese fue el motivo por el cual no pude continuar las fases. Hasta el momento, no recuerdo ningún otro juego que haya pasado por mis manos que haya conseguido transmitirme de la misma forma el horror opresivo y desesperadas impresiones que sí me hizo llegar el citado trabajo de Konami, que fue el primero de lo que hoy es una extensa e intensa trilogía compuesta por hasta ocho títulos y otras tantas variantes para varias plataformas.

El director Christophe Gans, que no era nuevo en esto del terror, habiendo realizado años atrás “El libro de los muertos” (1993) y “El pacto de los lobos” (2001), se tiraba a la piscina varios años después, arriesgándose con un peligroso triple salto mortal: ese que siempre hace rodar cabezas en la industria cinematográfica al convertir un videojuego en película. Para llegar a esto, Gans conduce sobre un camino tan lleno de errores y carencias como de virtudes y aplausos, obteniendo como resultado la sobriedad de un producto sumamente interesante que a pesar de aprobar como adaptación, no logra deshacerse de las garras de muchas equivocaciones y fallos que van extendiéndose a lo largo de la duración de esta película.

Para aquellos que no recuerden o simplemente desconozcan la trama que da pie a esta historia, decir que se centra en las vivencias de una madre, Rose (Radha Mitchell) y su hija adoptiva Sharon (Jodelle Ferland), quien padece una extraña enfermedad que le hace abandonar de un chispazo su estado mental normal, para correr con miedo -y sin ser consciente ni de dónde está- pronunciando las palabras “Silent Hill”. La intriga de Rose sobre la obsesión de su hija le lleva a tomar una determinación: conocer el pueblo que lleva ese nombre. Un lugar completamente abandonado, incluido en los listados de pueblos fantasma de Norteamérica. Un lugar en el que buscar respuestas que aclaren el misterioso comportamiento de la niña. Pero un accidente mientras se dirigía al lugar, se interpone entre sus intenciones, y Rose aparece inconsciente en mitad de la nada, bajo un extraño manto blanco de nieve de ceniza y con la desagradable sorpresa de que su hija, ha desaparecido. Toca ir en su búsqueda, en mitad de un panorama desolador, agobiante e infinitamente enigmático. Una agente de policía de carretera, Cybil Bennett (Laurie Holden) prestará su colaboración a Rose.

Los hechos que dan pie a crear ciertas situaciones parecen, muchas veces, demasiado impuestos.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sandro Fiorito
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