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Voto de Max Rebo:
6
6,9
78.588
Acción. Thriller
La primera misión del agente británico James Bond (Daniel Craig) como agente 007 lo lleva hasta Le Chiffre (Mads Mikkelsen), banquero de los terroristas de todo el mundo. Para detenerlo y desmantelar la red terrorista, Bond debe derrotarlo en una arriesgada partida de póquer en el Casino Royale. Al principio a Bond le disgusta Vesper Lynd (Eva Green), la hermosa oficial del Tesoro que debe vigilar el dinero del gobierno. Pero, a medida ... [+]
16 de febrero de 2009
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Enésima reescritura del mito bondiano, esta vez embutido en las carnes prietas de un rubicundo inglés (Craig) con pintas de boxeador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Este Bond arranca con una buena mano: el recién estrenado 00 se presenta como un asesino sin escrúpulos, inteligente, intuitivo y manipulador. Protagoniza una extraordinaria secuencia de persecución en Madagascar y otro adrenalítico tour de force en el aeropuerto de las Bahamas. En ese primer tercio del filme, Daniel Craig convence y Martin Campbell demuestra estar sobradamente dotado para las escenas de acción, a las que despoja de la mercadotecnia de los gadgets habituales para centrarse en una fisicidad al estilo 'Bourne' (curiosa simbiosis).
Un par de ases le permiten ir confiado a la hora jugar la segunda mano...Pero ahi le vienen malas cartas. La trama pierde interés. El antagonista posee el rostro, pero no la entidad suficiente (como demuestra la indiferencia con la que lo liquidan). Por si fuera poco, Bond se nos enamora. Y lo siento, pero yo no me lo creo, entre otras cosas porque Craig carece de la ductilidad suficiente como para mostrar adecuadamente los pliegues del personaje. En el momento, pues, de subir las apuestas, es cuando empiezan las dudas, aparecen los tics, y el público empieza a olerse que este nuevo artefacto de la serie va de farol. El cansino segmento del Casino (no joke intended) lastra la película, que apenas remonta con un interesante atisbo de sadomasoquismo en la escena de la tortura (probablemente inintencionado, más debido a la mente turbia que la contempla y que esto escribe, que no a un apunte del guión).
No hay más ases en la manga, ningún comodín postrero. Para cuando las cartas estan sobre la mesa, Bond arriba a Venecia, con su novieta vestida con un jersey a rayas (puestos a derribar convencionalismos, podrían haberlo hecho con ese), donde la partida se cierra con el (simbólico) hundimiento de un vetusto pero primoroso palacete. El tan esperado poker termina en una decepcionante pareja. Un trío, si me apuran.
Un par de ases le permiten ir confiado a la hora jugar la segunda mano...Pero ahi le vienen malas cartas. La trama pierde interés. El antagonista posee el rostro, pero no la entidad suficiente (como demuestra la indiferencia con la que lo liquidan). Por si fuera poco, Bond se nos enamora. Y lo siento, pero yo no me lo creo, entre otras cosas porque Craig carece de la ductilidad suficiente como para mostrar adecuadamente los pliegues del personaje. En el momento, pues, de subir las apuestas, es cuando empiezan las dudas, aparecen los tics, y el público empieza a olerse que este nuevo artefacto de la serie va de farol. El cansino segmento del Casino (no joke intended) lastra la película, que apenas remonta con un interesante atisbo de sadomasoquismo en la escena de la tortura (probablemente inintencionado, más debido a la mente turbia que la contempla y que esto escribe, que no a un apunte del guión).
No hay más ases en la manga, ningún comodín postrero. Para cuando las cartas estan sobre la mesa, Bond arriba a Venecia, con su novieta vestida con un jersey a rayas (puestos a derribar convencionalismos, podrían haberlo hecho con ese), donde la partida se cierra con el (simbólico) hundimiento de un vetusto pero primoroso palacete. El tan esperado poker termina en una decepcionante pareja. Un trío, si me apuran.