Vaya por delante que no he leído la novela homónima en la que se basa, por lo que me limitaré a hablar de la película, que por cierto es mala con avaricia. Una historia tonta, poco créible y pretenciosa a más no poder, con buenos actores desperdiciados como Jordi Mollá que se limita a poner cara de atontado, pretendiendo ser un misterioso y fascinante intelectual, cuando no es más que un macarrilla de barrio, por otro lado Leonor Watling que de chica de pueblo, pasa a ser de la noche a la mañana una sofisticada y glamurosa ama de casa sin pasar por boxes, eso si, como no podía ser menos en Bigas Luna, nos muestra sus encantos con generosidad. Encima por la otra parte Eduard Fernández como un empresario que más bien parece un mafioso de pacotilla. Lo de nombrar el mito de Ulises me parece un despropósito como una casa.Para olvidar.