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España España · VALENCIA
Voto de El Djebena:
8
Romance. Drama Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
2 de octubre de 2019
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar, decir que tengo una lista con innumerables películas estrenadas cada mes desde hace años. Películas que me interesan, bien por su argumento, independientemente de sus criticas; o bien por sus críticas, independientemente de su argumento. La lista es cada vez mayor, superando ya con creces al tiempo que le puedo dedicar a ver cine, teniendo en cuenta que las que de verdad quiero ver sí o sí, las veo en el cine. Voy por 2013 así que seguramente dicha lista se la deje a mis hijos en herencia, para que la continúen cuando yo ya no esté si me salen cinéfilos. Pues bien, hace una semana tocó La vida de Adele. No me considero cerrado de mente en cuanto a géneros cinematográficos, pero el de la película de Kechiche no es desde luego uno de mis favoritos. Soy más de westerns, cine negro y de gangsters. Pues bien, ha pasado una semana desde que la vi y no consigo quitármela de la cabeza.

Y no lo consigo. Y mira que esta semana vi uno de los mejores capítulos de la historia de la ficción televisiva, Ozymandias de Breaking Bad, por primera vez. Pues bien, después del shock y los aplausos iniciales a Vincent Gillian, mi cerebro volvió a repetir imágenes de Adele y Emma, De su amor, en su fase de ascenso y descenso. Con pocas películas me ha pasado esto, y la mayoría de ellas están dentro del grupo de mis películas favoritas de siempre, grupo en el que no meto aún a La vida de Adele… de momento.
En pocas ocasiones se ha visto en la pantalla una relación de amor y unos personajes tan reales, redondos, que transmitan tanto, a los que acompañas y con los que ya no solo es que te identifiques, sino que parece que estés dentro de su cabeza y los conozcas como un ser querido. La cámara a escasos centímetros de Adele y Emma logra una sensación de realidad, casi puedes tocar a los personajes. Sé que el rodaje fue muy criticado por las técnicas utilizadas por el director tunecino para sacar lo máximo de sus protagonistas, pero quién lo diría por la sensibilidad y la belleza con las que las filma.

Y qué actrices. Ambas están espectaculares, hablan con los ojos, los gestos, las bocas… Las palabras son redundantes porque casi puedes leer sus pensamientos solo con las miradas y su lenguaje no verbal. Intento buscar actuaciones femeninas comparables a las que nos regalan Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos y no las encuentro. Y hablo en la historia del cine, sabiendo la barbaridad que estoy diciendo. Y en especial Adèle. Entiendo que hayan cambiado el nombre de su personaje al suyo, porque ella es capaz de llevar sobre sus hombros (nunca mejor dicho) todo el peso de una película de 3 horas sin despeinarse. Su forma de comer, de dormir, de mirar, reírse, de llorar… Una actriz casi debutante hace fácil lo que actrices con décadas de experiencia, premios y fama, no podrían ni soñar.

Es obligatorio hablar de las escenas de sexo, tan polémicas. En mi opinión, estamos en una época en que ya debería estar desfasado el pudor y la incomodidad que sigue provocando ver cuerpos desnudos practicando sexo. Ha habido críticas desde el sector femenino y homosexual, denunciando que las escenas son fantasías sexuales y hasta pornográficas del hombre heterosexual medio. La ya famosa escena sexual de 10 minutos, me parece bella, tierna, dos personas conociéndose, comenzando a amarse, más preocupadas en el placer ajeno que en el suyo, y siendo una.

Hablamos de una película lenta y larga, pero que cuando acaba, después de 3 horas, y observas a Adèle alejarse de la cámara casi por primera vez en toda la cinta, solo pude decirme “no puede ser que esté acabando, no me podéis dejar así”. No sobra nada, incluso faltan cosas. Le he puesto un 8 porque quiero alejarme de la película para valorarla de forma más objetiva. Ahora mismo le pondría un 10. Y es que ha pasado una semana, y sigo sin poder quitármela de la cabeza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Djebena
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